Exposición de robots en Tokyo muestra los últimos avances de la tecnología

Los robots evolucionan cada vez más en su objetivo de abarcar y adaptarse a las necesidades del ser humano, muestra de esto es el uso que se les da en tareas domésticas, medicina, el ocio o cadenas de montaje. Esta semana, Tokio abre la puerta a un futuro cibernético con una gran exposición de robots.

Bajo el lema "Construyendo un futuro con robots", la XIX edición de esta cita abarca todas las disciplinas para mostrar la cada vez más estrecha relación entre las tareas profesionales y cotidianas del ser humano y su aliado tecnológico.

Una parte de la muestra está dedicada a la robótica industrial, con aparatos destinados a cadenas de montaje para el sector automovilístico (uno de las principales de Japón) en labores como ensamblaje de piezas, soldadura y pintura.

Entre las principales novedades de esta edición encontramos robots capaces de servir bebidas en la barra de un bar, rescatar víctimas en una tragedia, oficiar de dóciles mascotas cibernéticas e incluso humanoides capaces de cantar. También destacan máquinas capaces de arar la tierra con exactitud milimétrica, limpiar oficinas o ponerse detrás de la barra de un bar y rellenar los vasos vacíos.

Estas unidades cada vez poseen una apariencia más humana y mayor eficiencia medioambiental, enseñan sus habilidades en la selección y empaquetado de fármacos o alimentos, con una velocidad y precisión inalcanzables para el hombre.

Una de las unidades más demandas son los robots de limpieza doméstica y las "mascotas" terapéuticas, como los osos de peluche de la empresa Fujitsu con cámaras en los ojos, que son capaces de reconocer gestos, mantener contacto visual y reaccionar a las palabras de su dueño.

Para las personas discapacitadas se presentan las últimas novedades en asistencia, como un robot con sensores para dirigir a invidentes o trajes robóticos que mejoran la movilidad y permiten a las personas con amputaciones practicar deporte.

En el campo del entretenimiento destaca el androide como el HRP-4C del Instituto Nacional de Ciencia Industrial Avanzada y Tecnología de Tokio, con la apariencia de una jovencita japonesa que demostró ante los visitantes sus dotes para cantar, actuar y posar.

La exposición, de 9.000 metros cuadrados de extensión, bajará el telón el próximo sábado con bailes de robots y actividades especiales.