Falta de combustible para crematorios obliga a enterrar a víctimas en Japón
En una ciudad de la prefectura de Miyagi, las autoridades compraron un terreno para enterrar hasta 1.000 cadáveres.
Aunque en Japón no existe la tradición de enterrar a los muertos, sino de incinerarlos, las autoridades de algunas ciudades que resultaron más afectadas por el terrmoto y posterior tsunami, decidieron optar por la primera opción debido a la falta de combustible para los crematorios.
En Higashimatsushima, prefectura de Miyagi, las autoridades compraron un terreno para enterrar hasta 1.000 cadáveres. El alcalde de la ciudad, Hideo Abe, explicó que los entierros son una solución temporal y que los cadáveres serán incinerados dentro de dos años.
Entre tanto, la compañía energética Tepco, que opera la central nuclear de Fukushima, gravemente dañada por el desastre, presentó hoy sus disculpas a los refugiados de la zona aledaña a la planta atómica. "Sentimos que les hayamos causado tantas molestas", dijo Norio Tsuzimi, miembro de la directiva de Tepco, durante una visita a un albergue de emergencia, según la agencia de noticias Kyodo.
Según el canal televisivo NHK, el ministro de Defensa, Toshimi Kitazawa, anunció hoy que el Ejército realizará diariamente vuelos sobre la central para medir la temperatura dentro de la instalación. Hasta ahora, sólo se realizaban dos vuelos por semana para medir la temperatura.
A causa del terremoto y el tsunami habían dejado de funcionar los sistemas de refrigeración de la central nuclear, por lo que habían subido fuertemente las temperaturas en los reactores y en las piscinas para el enfriamiento de las barras de combustión usadas.
El reactor 3 es especialmente peligroso, porque las barras de combustión contienen no sólo uranio, sino también plutonio, una sustancia radiactiva y altamente tóxica.
Según las últimas cifras facilitadas hoy por la Policía Nacional, el terremoto y el tsunami causaron 9.079 muertos y 12.645 desaparecidos. Unas 310.000 personas siguen alojados en albergues de emergencia.
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