Fukushima vertió 1.130 toneladas de agua tóxica y "escasamente" radioactiva al mar por llegada del tifón

El agua vertida por Tokyo Electric Power se encontraba acumulada entre las cisternas y barreras construídas precisamente para evitar posibles filtraciones al exterior.




El operador de la accidentada central de Fukushima vertió al mar 1.130 toneladas de agua con bajos índices de radiactividad ante el temor de que las fuertes lluvias provocadas por el paso del tifón Man-yi agravaran la acumulación de líquido en la planta.

Tokyo Electric Power (TEPCO) vertió ayer al Océano Pacífico aproximadamente un total de 8,85 millones de bequereles de agua contaminada de lluvia acumulada alrededor de los tanques de almacenamiento de la planta, informó hoy la operadora.

Según TEPCO, el agua vertida, que cuenta con sustancias como el estroncio, alberga índices radiactivos inferiores al límite permitido, en concreto con un máximo de 24 becquereles por litro, por debajo de los 30 permitidos.

Los técnicos de Fukushima tomaron la decisión de verter este agua ante el temor de que el paso del tifón incrementara considerablemente su volumen y agravara la acumulación de agua contaminada en la planta.

El tifón, que pasó ayer por el archipiélago, generó lluvias torrenciales sin precedentes y vientos de más de 160 kilómetros por hora, según la agencia meteorológica nipona, provocando hasta el momento 3 muertos, cinco desaparecidos, 500.000 residentes evacuados y unos 140 heridos.

El agua vertida por TEPCO ante la llegada del tifón se encontraba acumulada entre las cisternas y unas barreras construidas precisamente para evitar la salida de posibles filtraciones al exterior.

En total, TEPCO cuenta con cerca de 1.000 tanques de almacenamiento en la central, en los que acumula el agua que usa para enfriar los reactores.

Actualmente el principal problema para los cerca de 3.500 empleados que a diario trabajan en Fukushima es la acumulación de líquido en los sótanos de la planta debido a la filtración de los acuíferos bajo la planta.

Se cree que debido a esa acumulación unas 300 toneladas diarias van a parar al océano Pacífico. 

Por su parte, el Gobierno anunció hoy que el próximo jueves el primer ministro, Shinzo Abe, visitará la central para valorar los progresos en la planta y analizar las medidas para reducir los vertidos al mar.

Se tratará de la primera visita de Abe desde diciembre, cuando acudió a la maltrecha central nuclear tras ganar las elecciones generales y asumir el poder.

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