Gobierno de Brasil vigilará posibles abusos de precios durante el Mundial 2014
Debido a denuncias sobre fuertes alzas en pasajes aéreos y hoteles, en ese país aseguraron que "no permitiremos que haya ningún abuso".
El Gobierno brasileño anunció que ha decidido crear un grupo interministerial que se ocupará de hacer un seguimiento a los precios de pasajes aéreos, hoteles y restaurantes, a fin de impedir abusos durante el Mundial de fútbol del 2014.
"No estableceremos precios, pero no permitiremos que haya ningún abuso", pues eso será "esencial para la imagen del país", declaró la ministra de la Presidencia, Gleisi Hoffmann, quien coordinará el trabajo de ese grupo.
La decisión fue tomada por la presidenta Dilma Rousseff, después de que la prensa denunciara que los precios de los pasajes aéreos entre las ciudades de Río de Janeiro y Sao Paulo, dos de las doce subsedes del Mundial, ya se han multiplicado hasta diez veces para los días en que se celebrará la gran cita del fútbol.
Un estudio divulgado poco antes por la estatal de fomento al turismo Embratur mostró igualmente que las tasas cobradas por los hoteles para el Mundial 2014 ya se ubican, en algunos casos, hasta un 583% por encima de las exigidas en igual período de este año.
El Mundial comenzará en Sao Paulo el 12 de junio del próximo año y la final se disputará el 13 de julio en el estadio Maracaná de Río de Janeiro.
En el grupo interministerial coordinado por Hoffmann estarán también los responsables de los ministerios de Deporte, Justicia, Hacienda y Salud, así como la Secretaría de Aviación Civil.
La intención es ponerle coto de antemano a brotes especulativos como los ya denunciados por la prensa y a otros similares a los que ocurrieron en Brasil durante algunos grandes eventos.
El año pasado, en vísperas de la Conferencia de la ONU sobre el Desarrollo Sostenible Río+20, que se celebró en Río de Janeiro, varias delegaciones extranjeras amenazaron con no acudir por los precios abusivos de los hoteles.
La situación finalmente se resolvió y los precios volvieron a sus niveles habituales, pero esa situación se repitió el pasado julio, durante la visita del papa Francisco, quien acudió a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), celebrada en Río de Janeiro.
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