Guillier y ME-O profundizan disputa para captar electorado de Bachelet

"Feliz cumpleaños Presidenta Bachelet. Reciba el afecto del Chile más justo que ha impulsado y que seguiremos profundizando desde marzo". Así saludó ayer, a través de su cuenta de Twitter, el candidato Alejandro Guillier a la Mandataria, justo el día en que cumplió 66 años. Un mensaje similar escribió en esa misma red social el abanderado del PRO, Marco Enríquez-Ominami: "Michelle Bachelet, gracias por su esfuerzo por construir un Chile mejor. El regalo es para todos los chilenos honestos".

Los gestos se dan justo cuando ambos aspirantes a La Moneda han intensificado su estrategia por posicionarse como continuadores del legado de Bachelet. De hecho, durante el debate del jueves Guillier aprovechó de destacar las medidas implementadas por la Mandataria, como la reforma tributaria y la gratuidad. ME-O, por su lado, intentó disputarle la defensa del legado de Bachelet, defendiendo algunas medidas de la jefa de Estado. Incluso, emplazó al senador independiente: "Usted no ha nombrado a Bachelet en esta media hora. Quiero rescatar un legado: quiero decir que ella sí dijo que estaba a favor de la asamblea constituyente durante su gobierno". El abanderado oficialista respondió en el debate y dijo que sus palabras ayudarían a un acuerdo en segunda vuelta.

Desde el comando del senador dicen que parte de su estrategia es captar el voto duro de Bachelet, sobre todo considerando que la Presidenta ha aumentado sostenidamente en las últimas semanas el respaldo a su gestión, según se evidencia en la encuesta Cadem. Así, proyectan que en términos electorales es clave hablarle al votante bacheletista para asegurar un buen desempeño en primera vuelta, por lo que tanto en sus propuestas programáticas como en su discurso, Guillier se ha mostrado como el candidato de continuidad.

Desde el comando de ME-O sostienen que la estrategia de reconocerse como continuador de las reformas comenzó hace meses. "Anuncio que defenderé el legado de Michelle Bachelet", dijo en junio el líder del PRO, algo que, en todo caso, fue considerado internamente como una "jugada arriesgada".