Iglesia Católica defiende "provisión mixta en educación" y la necesidad de procesos de admisión

La institución presentó un documento con sus propuestas al ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, en una reunión sostenida hace semanas.




La Iglesia Católica elaboró un documento en donde entrega sus reflexiones y propuestas en el área de educación, el que fue entregado por el obispo de Temuco Héctor Vargas al ministro de Educación Nicolás Eyzaguirre, en una reunión hace ya algunas semanas.

En el informe, la Conferencia Episcopal menciona que "los temas que el gobierno está planteando para la educación nos parecen muy relevantes. Ellos tendrían como objetivo establecer un nuevo paradigma al respecto. Es decir, cambios profundos en el sistema, que permitan gratuidad, equidad, calidad para todos sin excepción, teniendo como fuente inspiradora la opción por los niños y jóvenes más pobres".

De esta forma, la Iglesia indica que "en las esferas oficiales, en el mundo político y en la sociedad en general, se ha afirmado reiteradamente que se desea en el país la permanencia de la provisión mixta en educación, debido a los innumerables beneficios e innegables aportes a la sociedad chilena y su historia, tanto desde la Iglesia como del mundo privado en general. Para que ello efectivamente suceda, se requiere entonces que la educación particular pueda continuar ofreciendo este servicio público, desde las características que son propias de su naturaleza".

"Ello implica disponer de un amplio espacio para construir sus proyectos educativos, para llevarlos a cabo de acuerdo a su filosofía y estilo educacional, y para gestionarlos desde el punto de vista curricular, pedagógico y económico. Es muy importante que se valorice en todo su mérito este servicio del mundo particular subvencionado a las familias chilenas, que caracteriza al 90% de las escuelas católicas, y que desde el respeto y valoración de su identidad, pueda responder a la variedad de colectivos sociales de un país diverso y plural y como expresión genuina de un auténtico sistema democrático", se detalla.

Por este mismo, la Iglesia indica que "se deduce la necesidad de los procesos de admisión, que tienen como objetivo fundamental informar a los padres convenientemente acerca de las características del Proyecto Educativo según el cual van a ser educados su hijos, y al que ellos, en caso de compartirlo, no solo deben adherir sino comprometerse activamente en su realización. Proyecto basado en claros conceptos de persona y de sociedad, de los cuales se desprenden valores fundamentales a la hora de educar. De estos mismos valores se deducen estrategias que iluminan y empapan el estilo del colegio, el tipo de ambiente y las normas de la convivencia escolar, toda la propuesta curricular, las experiencias formativas, etc".

FINANCIAMIENTO COMPARTIDO
La Iglesia Católica hace también una reflexión de este ítem, ya que hace una valoración positiva como negativa.

"La iniciativa de instalar en el sistema educacional la figura del financiamiento compartido, promovida por un anterior gobierno de la Concertación, y posteriormente impulsada y motivada por él mismo en los colegios, apuntaba a que los padres de familia pudieran aportar económicamente a la muy insuficiente subvención, con la finalidad de aportar nuevos recursos para una educación de mayor calidad para sus hijos. Esta figura colaboró en modo significativo a mejorar la educación (...) El nuevo nivel de ingresos permitió mejores garantías para créditos bancarios en vista a importantes inversiones educacionales".

"Desgraciadamente, se afirma que un número indeterminado de sostenedores habría hecho uso y abuso del sistema para otros fines, haciendo de la educación un negocio inaceptable que merece toda condena. Otros aseguran que lamentablemente este sistema ha colaborado a incrementar la segmentación social. Ante tales cuestionamientos, aparece comprensible que se desee revisar el financiamiento compartido", se afirma.

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