Ignacio Antoñanzas, presidente de Altamar Latinoamérica: "Se ha instalado una desconfianza que ha hecho que el país se quede parado"

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La administradora de fondos española que encabeza lanzó un fondo de infraestructura, prepara uno inmobiliario y abrió oficina en Nueva York.




Hace 10 años que Ignacio Antoñanzas llegó a Chile. Justo un día como hoy, hace dos años, abandonó la gerencia general de Enersis y hoy figura como presidente de la gestora de servicios financieros española Altamar en Latinoamérica y socio fundador del fondo de infraestructura que en menos de tres meses levantó 290 millones de euros (US$ 314 millones) para invertir en la región.

Radicado en el país, aunque viaja constantemente a España, Antoñanzas opina del Chile de hace una década y del actual. "Lo que más me maravilló cuando llegué a Santiago fue ver al gobierno, a los empresarios, a la gente en la calle, todos ilusionados por hacer de Chile un país más grande. Eso se palpaba en la calle. Yo venía de una Europa con el estado de bienestar, con el sistema de pensiones quebrado, y te encontrabas un país con una frescura y ganas de crecer", dice con un marcado acento español que aún no abandona.

¿Sigue ese espíritu?

Eso se ha perdido absolutamente. Lamentablemente, la política inicial del gobierno actual en su empeño de hacer una serie de reformas, se enfrentó contra el empresariado y luego se han hecho algunas promesas que son claramente incumplibles y se ha instalado una desconfianza que ha hecho que el país se quede parado. Si le sumamos la crisis económica de afuera, y que en vez de remar todos juntos nos empezamos a pelear, el barco se va a la deriva.

Pero el negocio financiero sigue. El grupo español por estos días levanta capital de inversionistas fuera de España, donde ya poseen fondos por 3.100 millones de euros (US$ 3.362 millones) y están enfocados en tres fondos. El primero, de infraestructura, que ya está operativo con los 290 millones de euros y busca llegar a los 400 millones de euros (US$ 434 millones), uno de activos inmobiliarios que alistan para lanzar a principios de 2017, y un tercero enfocado en inversiones secundarias.

A eso hay que sumarle que este mes abrieron oficinas en Nueva York. "Gestionamos más de 3.300 millones de euros, 20% son de distribución de productos de terceros, el resto son fondos propios. Tenemos 200 millones de euros (US$ 216 millones) en Latam, el resto es de origen español, ahora estamos buscando captar inversores de otras nacionalidades, por eso la oficina en Nueva York", explica Antoñanzas.

Pero además de detallar el agresivo plan de expansión de la gestora ibérica, el ejecutivo se detiene a analizar a Chile, la región y la reciente elección de Donald Trump en EE.UU.

¿Por qué abrieron oficinas en Chile y no en Brasil, por ejemplo?

Porque Chile es el país más relevante en cuanto a seguridad jurídica, profundidad en el mercado de capitales, empresas serias. Perú, Colombia y Chile es nuestro foco.

En 2017, esperamos aumentar nuestras inversiones acá en 150 millones de euros, a través de los tres fondos nuevos.

Usted dice que el país perdió el espíritu de crecimiento, y apunta al empeño del gobierno en las reformas, ¿eso lo deterioró?

Las reformas hay que hacerlas, el problema es cómo se hacen. Lo que no se puede hacer es creer que en un país donde el motor está basado en las empresas, en los emprendedores, es el Estado el que va a resolver los problemas. Cuando el Estado considera que es el responsable del crecimiento, se producen los problemas. El término de la retroexcavadora ha hecho un daño tremendo a Chile.

¿Cómo ve las elecciones del próximo año, qué le parecen los nombres de Ricardo Lagos y Sebastián Piñera?

Me gustan esos dos nombres. Tanto Piñera como Lagos pueden ser dos grandes presidentes, y lo que importa es que sean capaces de conciliar ese espíritu de trabajar juntos y de volver a ilusionar a Chile para volver a crecer. Los dos son capaces, uno (Piñera) porque ya lo demostró económicamente, aunque su fuerte no sea la parte soft, y el otro (Lagos) con el carácter de estadista ya demostrado.

¿Y el nombre de Alejandro Guillier, qué le parece?

Yo creo que Chile no está para dedicarse a pelear entre candidatos, hay que elegir a los candidatos que son más naturales, porque si a la división que ya tenemos en Chile le unimos la pelea para ver quién va a ser el candidato, esto va a acabar mal. Son momentos de unir.

¿Los cambios en la región hacia la centroderecha benefician las inversiones?

Por supuesto. A estas alturas de la vida, es más que evidente que las economías de sesgo populista no funcionan, porque no hay riqueza suficiente para poder distribuirla. Lo único que funciona son economías de mercado que son más bien pro mercado y pro trabajo. A esa economía se le puede sumar un gobierno de sesgo de izquierda, pero no en la parte económica. Chile era así, gobiernos de izquierda, pero no en la parte económica, y funcionaba.

¿Afecta la elección de Donald Trump a los planes de expansión en Latinoamérica?

Aún es pronto para juzgar, pero en concreto en el área de infraestructura (carreteras, puertos) es posible que aumenten las inversiones, porque el Presidente Trump ha manifestado públicamente que quiere recuperar el déficit de infraestructura, y es posible que mejoren las condiciones para atraer más capital privado, y esto podría afectar en positivo, ya que algunos inversores latinoamericanos podrían querer entrar en EE.UU. y Altamar tiene fondos que invierten tanto en Europa como en EE.UU.

¿Qué activos financieros debieran fortalecerse con este nuevo panorama geopolítico?

Si supiéramos la respuesta correcta, seríamos todos ricos.

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