Incidentes en la Cámara polarizan relaciones entre oficialismo y oposición

Una dura conversación protagonizaron, el miércoles pasado, diputados de cada partido en la reunión de comités, tras los incidentes en las tribunas de ese día.

En la cita, José Antonio Kast (UDI) y Alberto Cardemil (RN) responsabilizaron a la bancada del PC de no controlar a sus asesores, que -a juicio del oficialismo- han participado en actividades de "agitación social" dentro del Congreso.

Las acusaciones fueron rechazadas por los representantes de la oposición, quienes optaron por pararse de la mesa y terminar abruptamente la reunión.

El debate, sin embargo, no quedó cerrado. En los próximos días, el presidente de la Cámara, Patricio Melero, expondrá un plan de seguridad para evitar que se repitan episodios que afecten el trabajo legislativo.

Ya durante la noche la polémica se extendió a Twitter. Kast acusó al DC Juan Carlos Latorre de agredir a carabineros, a lo que el diputado falangista respondió con calificativos de "mentiroso" y "facho".

A esas alturas, los diputados del PC y la Concertación ya tenían resuelto presentar la censura contra la mesa, presidida por Melero (UDI), a quien responsabilizan de haber autorizado el ingreso de FF.EE. de Carabineros para desalojar las tribunas.

La medida se materializó ayer en la sala. En la sesión, el jefe de diputados PS, Alfonso de Urresti, presentó la reclamación contra la mesa, a lo que Melero respondió que la censura se votaría en la sesión de 2 de noviembre.

Aunque en el oficialismo dicen estar tranquilos de tener una mayoría para defender la mesa, la oposición anunció una jugada reglamentaria, que podría hacer más estrecha la votación. Los jefes de bancada opositores pidieron que Melero y los vicepresidentes de la Cámara, Pedro Araya (PRI) y Mario Bertolino (RN), se inhabiliten de votar el reclamo en su contra. Desde la oposición argumentaron que la Ley Orgánica del Congreso señala que los parlamentarios no pueden votar "ningún asunto que interesa directa o personalmente a ellos".

Un voto clave será la diputada PRI, Alejandra Sepúlveda, quien ya anunció que "no voy a aprobar la censura" a la mesa. "Tenemos el deber de poner paños fríos", dijo.

Al llamado de Sepúlveda también se sumaron gestiones de parlamentarios de uno y otro bloque.

Pese a ello, las recriminaciones continuaron. El DC Gabriel Ascencio desmintió imputaciones de la UDI y RN de haber agredido a una carabinera el día de los incidentes. "Eso es falso. Es una maniobra de los cínicos de la UDI", dijo el diputado, quien, sin embargo, admitió haber proferido garabatos contra policías.

A su turno, Frank Sauerbaum (RN) y Giovani Calderón (UDI) anunciaron que llevarán el caso de Ascencio a la Comisión de Etica.

Melero, en tanto, cuestionó a los legisladores que participaron en los incidentes y defendió el desalojo de las tribunas. "No puedo permitir ni avalar que grupos violentistas vengan a entorpecer el libre ejercicio democrático", agregó.

Los incidentes, a juicio de algunos diputados, cerraban una semana "negra" para la corporación. Además de los incidentes, los parlamentarios habían sido cuestionados por la decisión de comprar computadores Ipad. Sin embargo, ayer la Comisión de Régimen Interno resolvió echar atrás la decisión.