Informe detecta inconsistencias en datos de firmas de gas
Estudio encargado por el gobierno, al que tuvo acceso La Tercera, pide homogeneizar criterios.
Asimetrías e inconsistencias en la información entregada por las empresas de gas para realizar los chequeos de rentabilidad, correspondiente a los años 2012 y 2013, descubrió el informe del consorcio Valgesta-Mercados Energéticos, documento encargado por el gobierno y al que tuvo acceso La Tercera.
A mediados de octubre el gobierno reveló una parte del documento, enfocándose en que la empresa Metrogas sobrepasó el límite máximo de rentabilidad permitido de 11% en 2012 y 2013.
Sin embargo, en el análisis realizado por los consultores se establece como un "punto importante" para las conclusiones de los chequeos de rentabilidad, el poder comparar las partidas del Valor Nuevo de Reemplazo (VNR), herramienta que sirve para calcular los costos anuales de inversión de cada empresa, con la información contable de las mismas, establecidas en sus estados financieros.
El documento es categórico en señalar que, según la información entregada por las firmas, "se puede verificar que los criterios adoptados por las empresas no son similares" en sus informes de VNR, "principalmente en forma".
El consorcio propone una "homogeneización" de la información que las empresas distribuidoras de gas entregan en el VNR. A su juicio, con esta información el proceso de comparar el VNR con el balance de las compañías se podría realizar de manera "sencilla", y sin posibilidad de una "interpretación".
"Durante el desarrollo de las tareas de revisión de la información se levantaron una serie de inconsistencias", advirtió el informe sobre el chequeo. Además, agregan que estas "fueron transferidas a las empresas, y fueron respondidas por las concesionarias en casi su totalidad".
Sugerencias
Los consultores propusieron al gobierno un conjunto de recomendaciones para "llenar vacíos", claves a la hora de realizar los chequeos de rentabilidad.
Sugirieron que las empresas incorporen datos como un balance del gas comprado o fabricado y vendido; la redefinición de los conceptos de redes primarias secundarias y terciarias; una propuesta de vida útil para los activos de distribución de las compañías y dividir el concepto de "empalme" en tres categorías: acometida, arranque de medidor y matriz interior. Todo, tendiente a clarificar costos.
También propusieron redefinir los elementos de costos que se deben considerar como parte del VNR, apuntando a aquellos que cumplan con el rol de entregar el servicio de distribución de gas. Dentro de estos elementos podrían estar considerados los medidores y la matriz interior, siempre y cuando las empresas puedan demostrar su propiedad sobre estos.
Respecto a las conversiones, o instalaciones realizadas por las compañías al interior de los hogares para que los equipos puedan ser utilizados con gas natural, el informe es claro: los consultores estiman que estos no son elementos destinados a entregar un servicio de distribución y, por lo tanto, no deberían estar incluidos dentro de los costos de las firmas.
"Este elemento es para el consumo de gas por parte de cada cliente", dice el informe, y agrega, " independientemente de la propiedad de éste, no debe ser considerado dentro de los alcances de un VNR de distribución de gas de red".
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