Informe revela que errores de pilotos causaron la tragedia del Air France siniestrado en 2009
La oficina francesa de investigación de accidentes aéreos, precisó que los pilotos no reaccionaron correctamente a la serie de desperfectos que se verificaron en los últimos minutos del vuelo.
Una serie de errores de los pilotos del avión Air France que cayó al Océano Atlántico mientras volaba desde Río de Janeiro a París, el 1 de junio de 2009, fueron reportados en el último informe de la oficina francesa de investigación de accidentes aéreos (BEA).
Los pilotos del Airbus, que se precipitó dando muerte a 228 personas, no reaccionaron correctamente a la serie de desperfectos que se verificaron en los últimos minutos del vuelo, en especial el de los indicadores de velocidad y la pérdida de plan de vuelo, detalla el reporte.
El informe agrega que los pilotos no habían recibido entrenamiento a gran altitud y ejecutaron una maniobra incorrecta, levantando la parte delantera del avión en lugar de hacerla descender. En medio de esta maniobra se produjo un error de comunicación, ya que el copiloto, mientras insistía en aplicar la maniobra, intentó alertar al comandante del aparato, que llegó a los mandos un minuto y medio después de que se desconectara el piloto automático.
"Ninguno de los pilotos hizo referencia a la alerta de caída. Ninguno de los pilotos identificó formalmente la situación de caída", detalla el informe de la BEA publicado hoy, que asegura que la alarma de accidente se activó 54 segundos.
Air France, por su parte, indicó en un comunicado que "nada permite hasta ahora cuestionar las competencias técnicas de la tripulación". "Queda establecido que la combinación de múltiples elementos improbables condujo a la catástrofe en menos de cuatro minutos", dijo la compañía.
Hasta ahora, los investigadores habían señalado como causa probable del siniestro una avería en las sondas de medición de la velocidad, dañadas a causa del hielo y que enviaron informaciones contradictorias a la cabina de pilotaje.
Pero el BEA había advertido siempre que ese problema no podía explicar por sí solo el accidente.
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