Integración en Alemania: el doble viaje de los refugiados
Sobrevivir al viaje y llegar a Alemania es el primer logro. Quedarse, el segundo. El gobierno tiene deudas pendientes respecto de los refugiados que han llegado al país, impulsando a la sociedad a buscar estrategias para integrarlos, especialmente en Berlín.
Mohammad y Mahmad Habibi llevan dos meses en Berlín. No hablan el idioma y no se separan de una aplicación de traductor en su celular para hacer los trámites para quedarse. Ya comenzaron sus clases de alemán con un grupo de refugiados, pero sus padres y su abuela están lejos de aprender la lengua. Ambos dicen que quieren estudiar y Mahmad se inscribió en clases de karate para no alejarse de su rutina en la ciudad de Herat, en el oeste de Afganistán. “En mi ciudad, solía ir a practicar karate a la montaña. Un día que estaba sin ganas, no quise ir y una hora después hubo ahí mismo una explosión. Si hubiese ido , hoy no estaría aquí”, cuenta. Hoy duermen en un hotel que recibe refugiados en Berlín, mientras sueñan con poder desarrollarse en la sociedad germana, de la que se sienten agradecidos. La idea es devolverle la mano a los alemanes.
Según los últimos cálculos del gobierno, 1.5 millones de refugiados buscarán asilo en el país este año. Para conseguirlo, muchos realizan viajes que duran entre 40 y 50 días e incluyen caminatas, viajes en auto, tren, avión y un barco que excede su capacidad límite para transportar pasajeros. El shock que provoca el viaje es tal, que la mayoría pierde la noción de los días y olvidan las cosas que traían.
Tras su llegada, deben sacar un número para ser atendidos por los servicios sociales. Las filas comienzan a armarse a las cuatro de la mañana para optar a un número de atención que, a lo menos, será llamado tres semanas después. Mientras, son acogidos por particulares que los llevan a sus casas, a zonas rurales o simplemente pasan la noche en la calle.
Los nuevos inmigrantes
Berlín debe acoger al 5% de quienes buscan asilo en Alemania. Según explica Andreas Toelke, quien lidera distintas organizaciones de ayuda, “muchos refugiados quieren integrarse y ser parte de la sociedad alemana. La gente que se vino antes estaba buscando un país rico y un Berlín donde se puede hablar distintos idiomas. Estos no. Tienen una serie de pasos a seguir donde se les va a enseñar cómo enfrentarse a los cambios, cómo convivir con homosexuales, etc. cosas que tenemos, pero que ellos nunca han tenido”.
“Una vez una familia me invitó a comer y tenían una mesa para las mujeres y otra para los hombres. Y les dije: estamos en Alemania, y si las mujeres no se sientan en la mesa con nosotros, me voy”, cuenta.
Steffi trabaja parte de su tiempo como voluntaria enseñando alemán a inmigrantes. Para esto contactó a Moabit Hilft, organización que ha coordinado gran parte de la ayuda. Ahora hace clases cuatro horas a la semana. “Apenas ellos tengan el permiso de residencia tendrán clases pagadas por el Estado. Pero para esa fecha ya habrán estado cerca de tres meses en Alemania sin saber una palabra”, señala.
El promedio de alumnos es 10, pero puede fluctuar. “Habían dos jóvenes de Pakistán, pero no supimos más de ellos”, cuenta. “Una vez estábamos hablando sobre los sueños de cada uno, sobre qué quieren hacer, y los pocos que podían decir algo en inglés me dijeron que querían trabajar y tener una familia”, afirma. “Hablamos sobre tener hijos antes del matrimonio y se empezaron a reír porque lo encontraron divertido y les dije que eso es parte de nuestra sociedad, es parte de Alemania, donde ellos están, así que deben ser abiertos de mente para entender estos conceptos. Cuando les dije que podían casarse entre mujeres no lo podían creer. Definitivamente hay curiosidad, pero no siento negatividad o rechazo hacia estos temas”, añade.
Iniciativas de integración
Hace unas semanas se aprobó un proyecto de ley que obliga a los bancos a aceptar como clientes a los sin techo y a los refugiados, así como la flexibilización en las medidas para levantar centros de acogida de emergencia para esta población. No obstante, el apoyo a Angela Merkel ha bajado. Una encuesta del diario Bild, mostró que la CDU y la CSU cuentan con un 36% de apoyo, la cifra más baja desde septiembre de 2012.
Ante este escenario, la sociedad civil vela por la integración. Hace unos años, Thomas Kindler fundó la plataforma “Be an Angel”, que hoy se ha enfocado en la integración de los refugiados. “Creemos que no se puede dejar al gobierno y las organizaciones de ayuda solos para enfrentar esta situación.
La consultora y aceleradora de proyectos innovadores e iniciativas sociales Social Impact, ha creado un programa de apoyo a iniciativas que ayuden a los refugiados a tener mejores perspectivas en Alemania, llamado “Ankomme. Perspektive Deutschland”. Según explican en la organización, la mayor complejidad es integrarse tanto a nivel laboral como social, y es ahí donde quieren apuntar.
Hace unos años, al alero de esta organización surgió “Über den Tellerrand Kochen”, un proyecto que pretende mejorar la integración de los refugiados en la sociedad alemana usando la cocina como herramienta para realizar un intercambio cultural.
Al principio, eran sólo clases de cocina de refugiados a alemanes, pero hoy ya cuentan con clases de jardinería, baile, idiomas y equipos de fútbol, entre otros. Lisa es una de las jóvenes que inició esta idea, cuenta: “Hace dos años, cuando partimos, veíamos que la aproximación al tema de los refugiados era muy negativa. Así que decidimos comenzar el proyecto. Estábamos en la universidad y éramos solo cuatro personas. Fuimos a un campamento donde estaban los refugiados y les dijimos si querían comenzar a cocinar con nosotros. Y así empezó”, explica.
“A través de las clases de cocina, ellos pueden ver cómo funcionan los alemanes, cómo trabajan. Es toda una experiencia en la que hay intercambio para ambos lados, lo que es muy enriquecedor”, agrega Lisa. Ya han publicado dos libros de cocina con recetas de distintos refugiados, en las que se incluyen sus historias personales. “Hoy se ve que la sociedad está mucho más abierta a este tema e incluso las empresas nos contactan para realizar cosas en conjunto”, agrega.
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