Islamistas, liberales y jóvenes egipcios se congregaron en masiva protesta contra la Junta Militar

Reclaman por las últimas decisiones relativas a las elecciones presidenciales. os convocantes afirman que los militares quieren destruir "la revolución egipcia".




Una multitudinaria manifestación se registró esta jornada en la emblemática plaza Tahrir en El Cairo, donde fuerzas islamistas mostraron su descontento con la Junta Militar y las últimas decisiones relativas a las elecciones presidenciales.

La plaza apareció inundada de carteles del predicador salafista Hazem Abu Ismail, uno de los diez candidatos a la Presidencia de Egipto que esta semana fue descartado por la Comisión Electoral, lo que despertó la indignación de sus seguidores.

Un nutrido grupo de ellos acudió a Tahrir para mostrar su enfado por la actuación del órgano electoral, que se basó en la polémica nacionalidad estadounidense de la madre del aspirante, y advirtió de que continuará presionando en favor de su único favorito.

"El caso de Abu Ismail es específico, pero no es el único. Luego vendrán otros", dijo a Efe el joven salafista Mohamed Abdel Janeq, quien opinó que la Junta Militar actualmente en el poder está moviendo los hilos para reducir la influencia de los islamistas.

Desde mujeres con niqab (velo que cubre todo el cuerpo) a hombres de barbas prominentes, una multitud de personas cantó lemas religiosos y proclamó consignas contra los dirigentes castrenses, caricaturizados en numerosos carteles.

En otras pancartas podía leerse el rechazo a la participación política de los "fulul" o remanentes del anterior régimen de Hosni Mubarak, concretamente en los próximos comicios.

Los manifestantes consideraron insuficiente que la Comisión Electoral haya descartado la candidatura del ex vicepresidente y hombre fuerte de Mubarak, Omar Suleiman, pues todavía queda en pie la del ex primer ministro Ahmed Shafiq.

Además, la reciente decisión de la Junta Militar de derivar al Tribunal Constitucional una enmienda del Parlamento para que se suspendan por diez años los derechos políticos de los altos cargos de la era de Mubarak puede frenar en seco la aplicación de esta medida. "La Junta quiere destruir la revolución egipcia", destacó Esad Alem, que manifestó su respaldo incondicional a los conservadores Hermanos Musulmanes.

Días después de que la Comisión Electoral descalificase al principal aspirante de los Hermanos, Jairat al Shater, muchos de sus partidarios optaron por pasearse mostrando la fotografía de Mohamed Mursi, presidente del Partido Libertad y Justicia (PLJ) que finalmente representará los intereses de la cofradía en las presidenciales.

Pese a que los organizadores habían decidido evitar la propaganda electoral, la identificación personal con los candidatos estuvo presente en la manifestación, a la que también asistieron otras fuerzas políticas, aunque en mucho menor número.

Frente al lema de la "Autodeterminación", de los Hermanos Musulmanes, más de treinta partidos y movimientos de tendencias liberales, laicas y revolucionarias convocaron la concentración para criticar que la Junta Militar controle la redacción de la nueva Constitución. La actuación de estos grupos minoritarios quedó deslucida frente a la imponente mayoría islamista.

Pese a reconocer que sus objetivos eran distintos, los manifestantes no islamistas expresaron igualmente su desconfianza ante la promesa de los militares de traspasar el poder a una autoridad civil para el próximo 30 de junio.

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