Izquierdo lleva los clásicos del siglo XX a regiones
El director Juan Pablo Izquierdo inicia hoy su gira que lo llevará a localidades como Curacaví y Nogales.
Pittsburgh, la llamada "ciudad del acero" y mejor urbe para vivir de Estados Unidos según The Economist, comparte un huésped ocasional con Curacaví, localidad melipillana de la chicha y los dulces chilenos. Ambos sitios son refugios del director chileno Juan Pablo Izquierdo para tocar a los "clásicos del siglo XX". Con este nombre el músico designa a los compositores que cambiaron el panorama sonoro en los últimos 100 años, de la misma forma que Beethoven o Bach lo hicieron en su momento.
El director de orquesta chileno pasa la mitad del año en Pittsburgh y la otra mitad en Chile, dirigiendo en Santiago y regiones. Si en EEUU su trabajo se enfoca en la grabación de discos con la orquesta Carnegie Mellon, en Chile educa al público para abrirse a los autores modernos.
En este contexto, por ejemplo, ofreció un concierto con la Orquesta de Cámara de Chile el pasado 13 de junio, en el Centro de Eventos Joaquín Blava de Curacaví. Allí tocó a Mendelssohn y Beethoven, pero también ofreció la Sinfonía N° 2 para cuerdas y trompeta del suizo Arthur Honegger, obra de 1942 cuya música estuvo marcada por la Segunda Guerra Mundial. Este sábado, entre dos obras de Beethoven, Izquierdo dirigirá en ese mismo escenario el Movimiento concertante para saxo y cuerdas del chileno Juan Orrego Salas, compositor chileno de 90 años y figura esencial de la música docta local.
"Tengo un interés especial en tocar en Chile la música moderna y la propia. Quiero difundir lo que se está haciendo entre nosotros, aquí en la calle, lo que está vivo. Si uno sólo se dedica a lo de siempre, se transforma en un museo, se muere", dice Izquierdo, que hace un par de semanas tocó en el Teatro Municipal de Casablanca la suite de la Opera de los tres centavos, de Kurt Weill y Bertolt Brecht. "Es música influida por el cabaret berlinés de los 20, pero también tiene charleston, tango y jazz. Corresponde a una época muy rica, entre las dos grandes guerras. Cuando la hicimos en Casablanca la gente vibró, aplaudió y hasta bailó", cuenta.
Con la Orquesta de Cámara, Izquierdo dirige hoy a Beethoven y Orrego Salas en Las Condes (Parroquia Santa Elena), mañana en Nogales (V Región) y el sábado en Curacaví. La próxima semana recalará en Iquique, Antofagasta y Copiapó. Hacia fin de año dirigirá además obras del austríaco Arnold Schoenberg y el ruso Alfred Schnittke.
Infatigable amigo del disco, Izquierdo ganó en el año 2007 el premio francés Diapason D'Or (uno de los dos más importantes del mundo) por un álbum con obras del contemporáneo Iannis Xenakis. "Si todo sale bien", dice, "a fin de año deberíamos grabar con la Orquesta de Cámara de Chile para el sello neoyorquino Mode Records, con el que siempre trabajo". La iniciativa sería un auténtico hito, dándole la posibilidad por primera vez a una orquesta chilena de ser distribuida y difundida en el mercado internacional de la música.
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