Jefe de oposición siria pide a países amigos que armen a los rebeldes

Los combates registraban una pausa la noche del sábado en Alepo, donde las tropas del régimen lanzaron al amanecer una ofensiva con el fin de desalojar a los rebeldes, pero la segunda ciudad siria seguía siendo bombardeada por el Ejército.




El jefe de la oposición siria en el exilio  pidió este sábado a los países "hermanos" y "amigos" que armen a los rebeldes y subrayó que el presidente Bashar al Asad debería ser juzgado por "las matanzas"  de sirios, cuando el ejército regular lanzaba le asalto contra Alepo, segunda  ciudad de Siria.

"Esperamos de los hermanos y amigos un apoyo al Ejército Sirio de  Liberación (ESL), un apoyo cualitativo. Queremos armas que nos permitan detener  los blindados y aviones de combate" del ejército regular, declaró Abdel Baset  Sayda, presidente del Consejo Nacional Sirio (CNS), principal grupo opositor,  en conferencia de prensa celebrada en Abu Dabi.

"El ejemplo yemení no se puede aplicar a Siria", añadió, en referencia a la amnistía acordada al presidente yemení Ali Abdallah Saleh tras abandonar el  poder al cabo de un año de alzamiento popular.

"Se están cometiendo matanzas. Creemos que Bashar al Asad debería ser juzgado. Es un criminal y deberían concederle un refugio", subrayó.

El presidente del CNS anunció por otra parte que discutirá con los grupos  rebeldes la idea de un Gobierno de transición, dirigido por una personalidad  comprometida con la revolución desde un principio.

Ese gobierno deberá estar dirigido por "una personalidad patriótica, honrada, de consenso y comprometida con los objetivos de la revolución siria  desde su arranque", añadió.

Preguntado por la coordinación con el general Manaf Tlass, el oficial desertor de más alta graduación y allegado al presidente, Sayda indicó que la  coordinación debería empezar por los grupos sobre el terreno, incluyendo el  Ejército Sirio Libre (ESL), formado por desertores y civiles armados.

Los combates registraban una pausa la noche del sábado en Alepo, donde las  tropas del régimen lanzaron al amanecer una ofensiva con el fin de desalojar a los rebeldes, pero la segunda ciudad siria seguía siendo bombardeada por el  Ejército. 

Más de 19.000 personas han perdido la vida en Siria desde el principio de  la contestación en marzo de 2011, indicó el Observatorio Sirio de los  Derechos Humanos (OSDH), que lleva la cuenta a diario de muertos en el país.

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