JP Morgan no concuerda con el FMI en su preocupación por los bonos corporativos de mercados emergentes
La mayoría de las empresas prestamistas que venden deuda en las economías en desarrollo en están calificados con grado de inversión o respaldados por sus gobiernos, mientras que los plazos de vencimiento se han extendido, argumentó el analista del banco de inversión, Joyce Chang.
JP Morgan Chase, el mayor banco de los Estados Unidos por activos, no ve señales de una burbuja en la deuda de empresas de los mercados emergentes, cuestionando la advertencia del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre el aumento del riesgo en este mercado de bonos corporativos.
Los bonos vendidos por las compañías de países en desarrollo representan sólo el 3% del producto interno bruto de esas economías, frente a un 35% que representan en Estados Unidos, según Joyce Chang, responsable mundial de investigación del banco con sede central en Nueva York.
La mayoría de los prestamistas que venden deuda están calificados con grado de inversión o respaldados por sus gobiernos, mientras que los plazos de vencimiento se han extendido, argumentó Chang.
El FMI advirtió el mes pasado que algunas empresas de mercados emergentes son vulnerables a la fuga de capitales, si los costos de endeudamiento siguen subiendo conforme la Reserva Federal retira gradualmente sus políticas monetarias expansionistas.
La deuda de empresas de países en desarrollo que sigue Bank of America aumentó de US$ 411.000 millones a fines de 2009 a US$1,1 billón en un contexto en que las compañías aprovecharon las bajas tasas de interés para captar efectivo.
"Yo cuestionaría algunas de las opiniones de los acreedores oficiales respecto a que la deuda de empresas de mercados emergentes es la próxima burbuja de activos", enfatizó Chang.
"La calidad crediticia de las emisiones de mercados emergentes es bastante buena", estimó.
El crecimiento de los bonos de mercados emergentes en su mayor parte se ve impulsado por los desequilibrios entre oferta y demanda más que por la especulación, agregó.
Catalizador de la Crisis
El aumento de la deuda de países en desarrollo se produjo después que la oferta de productos de renta fija de los mercados maduros se redujo, tras la crisis financiera mundial de 2008, según Chang.
Al mismo tiempo, los bancos, los fondos de pensiones y las compañías de seguros deben tener más bonos en su cartera de inversiones como parte de una regulación financiera más estricta, lo que eleva la demanda de títulos de los mercados emergentes, explicó Chang.
"Hay un cambio estructural en el mercado con el desequilibrio entre oferta y demanda, y los mercados emergentes se beneficiaron con la falta de oportunidades de inversiones alternativas", detalló Chang.
"El crecimiento de la emisión obviamente es algo a lo que hay que prestarle atención pero también hay que analizar si la emisión es de deuda de corto plazo para refinanciación. La emisión de los mercados emergentes tiene los plazos más largos dentro de la renta fija y estos mercados no se enfrentan a una muralla de vencimientos", acotó.
El FMI dijo el 9 de abril en un informe que los bonos de empresas de países en desarrollo son vulnerables en un entorno de aumento de las tasas de interés y perspectivas de desaceleración del crecimiento.
Alrededor de US$740.000 millones, o el 35% de la deuda pendiente de mercados emergentes, podrían correr riesgo de impago en una situación hipotética de 25% de aumento de los costos de endeudamiento y 25% de caída de las utilidades empresariales, según el fondo con sede en Washington.
El Índice EMBI Broad Diversified de JPMorgan rindió 3,7% este año hasta el 1 de mayo. El parámetro cayó 0,6% el año pasado, primera baja anual desde 2008.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.