Jueza al borde de la remoción por consumo de drogas: Estoy rehabilitada
Titular del Primer Juzgado Civil de Santiago, Sonnia Navarro, enfrenta proceso inédito en la historia judicial chilena.
En su casa de Las Condes pasó ayer la mayor parte del día la titular del Primer Juzgado Civil de Santiago durante los últimos 12 años, Sonnia Navarro Morales (52). La jueza, que con 26 años en el Poder Judicial decretó la quiebra de Inverlink Consultores, vio el caso Chispas, la disputa por violencia intrafamiliar de Raquel Argandoña y Hernán Calderón, y se pronunció sobre la controversia entre el empresario Leonardo Farkas y sus ex socios de Vallenar Irons, entre otros cientos de casos, ayer no tenía que ir a trabajar.
El motivo: en una decisión inédita, el pleno de la Corte Suprema decidió unánimemente pedir su remoción tras dar positivo en un examen de droga. Según fuentes judiciales, se trataría de consumo de cocaína.
Fue suspendida de su cargo y se abrió un cuaderno de remoción, una antesala de su salida. La magistrada, sin embargo, aseguró ayer a La Tercera que "soy una persona rehabilitada". Y añadió: "Lamentablemente, fui designada por la Corporación Administrativa, por la Corte Suprema, no sé, para que me realizara un control de pelo".
La magistrada Sonnia Navarro frecuentaba el Palacio de Tribunales desde sus tiempos de relatora de la Corte de Apelaciones de Santiago. Estudió Derecho en la Universidad de Chile y, según sus cercanos, es poseedora de un carácter fuerte y cambiante. Es conocida por su pasión por el jazz y su buena voz.
En marzo de este año, la martillera Rosa Montero denunció a Navarro por malos tratos tras protagonizar con ella una fuerte discusión que fue ampliamente comentada en la Corte.
En relación a su gusto por la música, el pintor Ulrich Welss recordó que en 2004 integró una banda donde él tocaba batería y ella interpretaba clásicos de jazz como "Stormy weather" y "Body & Soul". Incluso, grabaron cuatro discos que repartieron entre amigos. "Me parece injusto", afirmó ayer el pintor, quien dice que Navarro "estaba dedicada a su trabajo" y que en el grupo nunca hubo drogas. "A lo más -asegura-, íbamos todos a comer".
DOS EXAMENES POSITIVOS
El caso que tiene complicada a la jueza comenzó con un examen aleatorio. Se le practicó al azar en 2007 y, en esa oportunidad, dos personas arrojaron positivo
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Una de ellas era la jueza, quien se sometió a un tratamiento de rehabilitación que fue financiado por el Poder Judicial, por decisión del pleno.
Al respecto, la magistrada dijo ayer que "soy una persona que voluntariamente se sometió a un tratamiento de rehabilitación y lo comunicó a sus superiores jerárquicos en su momento".
Según fuentes judiciales, este año la magistrada fue sometida a un segundo examen que cambió su escenario al dar nuevamente positivo. Las fuentes consultadas señalaron que los ministros estimaron que un juez dependiente de las drogas no podía seguir ejerciendo esta función.
"Desgraciadamente, hay que hacer estos controles y tomar medidas para resolverlas", dijo ayer el presidente de la Corte Suprema, Urbano Marín.
Sobre este punto, la jueza sostuvo que se ha sometido a exámenes antidoping periódicamente como parte de su tratamiento de rehabilitación y que todos "han dado negativo".
Consultada respecto de si solicitará nuevas pruebas, dijo que iría de inmediato "al centro de rehabilitación, donde tengo que pedir antecedentes de mi ficha clínica y de los controles, para desvirtuar esta situación". La magistrada añadió que su situación responde a "una enfermedad y no un tema para tomarlo como una cosa sensacionalista".
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