La apuesta de Xi para mantener en el cargo a su "zar anticorrupción"

El zar anticorrupción Wang Qishan junto al Presidente chino Xi Jinping.

Si Wang Qishan logra seguir en el Comité Permanente del Politburó tras el XIX Congreso del PCCh, Xi podría allanar el camino para un tercer mandato.




Ex alcalde de Beijing (2004-2007) y vicepremier del Consejo de Estado en las áreas de economía y asuntos financieros (2008-2013), Wang Qishan fue escogido por la revista Time entre los 100 personajes más influyentes del mundo en 2009, quizá en reconocimiento por haber sido el funcionario más experimentado en economía que guió al país hacia la recuperación de la crisis de 2008. Pero su consagración se produjo tras el XVIII Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh) de 2012, cuando se convirtió en el secretario de la Comisión Central para las Inspecciones de Disciplina.

De cara al XIX Congreso Nacional del PCCh, que se iniciaba hoy en Beijing, el futuro político del principal aliado del Presidente Xi Jinping se ha convertido en la gran incógnita de la cita.

Llamado el "Zar anticorrupción" de China, Wang no sólo se ha convertido en el escudero más fiel de Xi, sino también en el artífice de su ambiciosa campaña contra la corrupción, que ha supuesto el castigo de más de 1,4 millones de funcionarios de todos los niveles.

Una razia que le ha costado la carrera política a 250 altos cargos, como Bo Xilai (figura en alza que cayó antes del congreso de 2012), Zhou Yongkang (antiguo responsable de la seguridad del Estado), Ling Jihua (mano derecha del anterior Presidente de China, Hu Jintao) o más recientemente a Sun Zhengcai, el más joven miembro del Politburó, de quien se rumoreó podría ser candidato a su sucesión.

A ellos se suman una lista interminable de políticos regionales o militares de notable renombre caídos en desgracia por violar la disciplina del PCCh, un eufemismo empleado en los casos de corrupción.

Pero a sus 69 años edad, la permanencia de Wang en el cargo se encontraría en la cuenta regresiva. Ello, porque la normativa no escrita por la que se rige la dirección del PCCh establece que sus dirigentes deben abandonar el cargo al llegar a los 68 años. Por lo que, en principio, el "Zar anticorrupción" debería abandonar el Politburó.

Fuentes cercanas al liderazgo chino citadas por Reuters indicaron, sin embargo, que lo más probable es que Xi ignore esa tradición y mantenga al jefe anticorrupción en la elite política. "Se quedará de alguna manera, manteniendo una posición de poder. Es muy importante para Xi. Ya ha demostrado antes que está dispuesto a romper con los precedentes y probablemente lo hará de nuevo con Wang", declaró el historiador chino Zhang Lifan, a la misma agencia.

La permanencia de Wang en el Politburó resulta clave. Ello, porque se espera que Xi, de 64 años, logre durante el congreso un segundo mandato de cinco años al frente del partido y, por tanto, del país. El líder también podría aprovechar la reunión para allanar el terreno hacia un tercer mandato que lo llevaría a dirigir el PCC hasta 2027, aunque en tal caso la Constitución lo obligaría a abandonar la Presidencia.

Para conseguir su objetivo, Xi deberá hacer aprobar una abolición del límite de edad, la norma no escrita que prohibe que los mayores de 68 años sean elegido o reelegidos en el Politburó. El Presidente chino tendrá 69 años en el congreso de 2022.

"En teoría es posible un tercer mandato (de Xi), pero cabe precisar que esa posibilidad genera muchas resistencias internas", señaló a EFE el experto Xulio Ríos, del grupo de análisis Observatorio de la Política China.

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