La disciplina espartana del joven técnico de Barnechea
Francisco Bozán, psicólogo de 27 años, alumno aventajado del INAF y el más nóvel del mundo en 2011, asumió en Barnechea. Dice que "esto es como el ejército". Habló con los referentes del equipo, todos mayores que él. No piensa en el descenso.
"Este soy yo: Francisco Bozán. Técnico de 27 años, alguien que está haciendo sus primeras armas. Un fanático de la disciplina y que ha pensado en estudiar, además, un magíster en educación física y arbitraje". Así se presenta el nuevo adiestrador de Barnechea, el más joven en la historia del fútbol chileno y quien asume la misión de salvar la categoría tras la renuncia de Hugo Vilches.
En 2011, Bozán fue catalogado por el INAF como el más joven del mundo en el fútbol competitivo y tuvo promedio general 6,7. Pero no le importa. Así como ayer se paró frente a varios futbolistas mayores que él, sabe sacar a relucir su segunda carrera, sicología, y no se amilana ante, por ejemplo, los 34 años de Cristián Reynero y de Jorge Manduca. "La juventud no significa nada. La experiencia tiene relación con una sumatoria de eventos que te van dando aprendizajes y no con una suma de años a nivel cuantitativo. Esto es más cualitativo. No de cronología", apunta.
Por momentos, el DT -hijo de dos médicos e hijastro del ex dirigente de Colo Colo, Jorge Vergara Villarroel- pareciera expresar conceptos de Marcelo Bielsa. Pero aquello no le gusta. Dice no seguir a nadie, a pesar de que fue futbolista y hasta jugó en Inglaterra. En el tiempo libre "me dedico al fútbol, fútbol y a veces al fútbol. Me gusta la filosofía y temas un poco más complejos para pensar. Todo para aplicarlo en el trabajo", recalca.
"He compartido con muchos, pero no podría elegir. Hice cursos en la UEFA, tomé cosas de Hugo Vilches y de Pellegrini. A Sampaoli lo encuentro bueno, pero no quiero alejarme o acercame de alguno. Uno expone en la cancha su filosofía de vida. Emular a alguno podría representar algo que no soy, entonces no puedo decir que me quiero parecer a otro técnico. A Sampaoli, probablemente lo criaron distinto que a mí y ha tenido otras vivencias, por lo que es imposible ser como él. Además, tampoco me interesa", subraya.
Así como es firme para declarar, Bozán también es enfático en hablar de sus métodos: "No puedo declararme obsesivo de la disciplina, porque el futbolista ya trae esa condición. Es parte de esta labor. Esto es como estar en el ejército, requiere disciplina. No concibo a alguien que sea jugador y no cumpla con ella, no siento que sea un tema, porque tiene que estar".
¿Pero usa cosas de la milicia para trabajar? "Tomo cosas de todas partes y de todas los aprendizajes de la vida. Todos los jugadores son distintos, tiene libertades, por lo que me interesa la individualidad. Y que esa individualidad permita la confección del grupo", manifiesta.
Si sus colegas Falcioni, de la UC, y Lasarte, de la U, no fueron enfáticos en rechazar el tabaco y el sexo, él sí lo hace. "Si viene un fisiólogo y me dice que el cigarro no hace mal, (que no es así) lo voy a permitir. A mí me interesa la ciencia y los experimentos que avalen lo que hago. Y en una actividad tan cualitativa como ésta, me interesa afirmarme de conceptos cualitativos. Hoy si me dicen cigarro... No, porque son deportistas. Si me preguntan por el sexo, hay algunos que dicen que sí, otros que no; entonces tendría que ver. Pero si tengo que dar una respuesta hoy, prefiero que se enfoquen en La Calera, el próximo rival".
Ayer, después del adiós de Hugo Vilches, donde incluso hubo lágrimas de los jugadores, comenzó a trabajar en el 4-2-3-1, esquema base del club. Si Barnechea vivirá una revolución con él, habrá que verlo. Por ahora, asegura que "hay recursos humanos para mantener la categoría". De los reclamos del plantel por no cumplir con las condiciones básicas como duchas o vestuarios adecuados para Primera División, aclara que sus jefes "están trabajando para mejorar todo".
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