La ley del diez más uno

fuenzalida

Nueve futbolistas intocables, un gallito por el lateral izquierdo y un puesto sin definir por el que han desfilado muchas caras que incluso retocan el dibujo, el jugador número 11. Así se cuenta la Roja de los títulos, tanto con Sampaoli como con Pizzi.




Nueve de las 11 camisetas titulares de la Roja se podrían recitar de memoria: Claudio Bravo, Mauricio Isla, Gary Medel, Gonzalo Jara, Marcelo Díaz, Charles Aránguiz, Arturo Vidal, Eduardo Vargas y Alexis Sánchez. Hay un décimo puesto, el del lateral izquierdo, que con Jorge Sampaoli tuvo como dueño a Eugenio Mena y que con Juan Antonio Pizzi pasó a manos de Jean Beausejour. Hasta ahí nadie duda de la condición de intocables que desde un tiempo hasta esta parte han asumido todos esos jugadores. Son, de hecho, los 11 con más minutos de los últimos dos procesos.

El Mundial de Brasil fue el punto de partida de este 10 (y no 11) ideal e indiscutido de la generación dorada del fútbol chileno. Salvo lesiones o suspensiones, únicos casos en que los suplentes han podido sumar minutos, 10 de los 11 titulares van fijos. Si están en buenas condiciones, ellos son los que juegan. Y eso lo tienen claro todos en el laboratorio rojo.

Eso sí, ni el casildense ni Macanudo han dado con el jugador que se apodere del único puesto que falta, el jugador número 11. Ambos técnicos han rotado nombres. En defensa, en mediocampo y en ataque. Y ninguno pudo encontrar uno fijo. En su momento, el ex entrenador de Universidad de Chile apostó todo a Jorge Valdivia, aunque en Brasil 2014 lo desplazó por Francisco Silva. Pizzi, por su parte, le entregó mayoritariamente la confianza a José Pedro Fuenzalida, sobre todo en esta última etapa al mando del Equipo de Todos. Sin embargo, ninguno de ellos pudo (o puede, en el caso del Chapa) darse el lujo de sentirse intocable como el resto de sus compañeros de Selección.

En ese sentido, el listado de quienes han sido utilizados es bastante amplio. La búsqueda ha sido interminable. Desde los mentados Valdivia, Fuenzalida y Silva, pasando por Fabián Orellana, Mark González o Esteban Paredes, hasta llegar a Mauricio Pinilla, Nicolás Castillo y Edson Puch. Enzo Roco también lo vivió alguna vez. Algunos, como Visogol, fueron llamados de emergencia en más de una oportunidad para apagar los incendios del momento.

Siempre en la búsqueda del cuadro ideal, los entrenadores incluso han movido de puesto a los otros jugadores, a los indiscutidos. Porque esos son intocables y tienen que estar como sea. También han cambiado de esquema. Sampaoli fue el más rupturista en ese sentido. Alguna vez probó a Roco junto a Medel y Jara en una línea de tres, en un amistoso jugado en octubre de 2014 con Bolivia (2-2). El ex UC no terminó ese partido por el desorden defensivo que exhibía Chile. Un mes después Orellana fue puntero en un amistoso ante Uruguay en Santiago (1-2), por lo que Alexis fue trasladado al centro del ataque. Al Gato, en tanto, lo utilizó como una suerte de líbero pero con libertad para sumarse al mediocampo durante la cita planetaria de Brasil. El jugador de Cruz Azul respondió con creces. Y Valdivia, cada vez que jugaba, se le utilizaba como un falso 9.

Luego llegó el turno de Pizzi en la Selección. El ex entrenador del Valencia, por ejemplo, hizo jugar a Beausejour de puntero izquierdo en el debut ante Argentina en la Copa América Centenario. Ahí dispuso a Mena de lateral por el mismo sector. En el mismo certamen y cuando no tuvo suspendidos a Isla y Vidal o lesionado a Díaz, hizo jugar a Puch (en el histórico 7-0 sobre México) y al propio Chapa en dos oportunidades (en el 4-2 ante Panamá por la fase de grupos y en la final frente a Argentina). ¿Respondieron? El Chueco no jugó más en la Centenario por un desgarro. Al final le terminó de entregar el puesto a Beausejour hasta hoy, Puch anotó dos tantos ante los aztecas y Fuenzalida realizó un gran certamen, con dos festejos incluidos.

Después, por Eliminatorias, la duda estuvo siempre en el compañero de Alexis y Vargas en ataque. Ahí aparecieron otros nombres: Castillo, en el triunfo 2-1 ante Perú; Paredes, en el 3-1 sobre Venezuela y otra vez Fuenzalida, en la victoria por 3-1 ante Uruguay. El delantero de Colo Colo fue el más destacado: hizo dos goles en el único partido en que Pizzi le ha dado la oportunidad de jugar desde el arranque. Ahora para la Confederaciones y aún a sabiendas de la frágil situación de Castillo y que Felipe Mora arrastraba dolencias, ni siquiera lo metió dentro de los 29 prenominados.

Justamente ese es el único puesto con un signo de interrogación de cara al estreno en la Copa Confederaciones. Quien complete el tridente en delantera es la duda que debe resolver el DT. Tiene el amistoso de mañana, ante Rumania, como última prueba antes del gran desafío.

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