La llegada de tanques y cañones hace temer una guerra total en este de Ucrania
La misión de la OSCE en Ucrania ha visto dos convoyes de 17 camiones militares cada uno circulando por la rebelde región ucraniana de Donetsk.
Tanques y cañones se dirigían este lunes hacia Donetsk, el principal bastión separatista prorruso en el este de Ucrania, y hacían temer una guerra total a pesar de las advertencias occidentales a Rusia.
La misión de la OSCE en Ucrania ha visto dos convoyes de 17 camiones militares cada uno circulando por la rebelde región ucraniana de Donetsk, en zona controlada por los rebeldes prorrusos, anunció hoy en un comunicado.
Según los observadores, los vehículos "incluyen artillería y sistemas lanzadores de misiles".
Los convoyes fueron detectados por la misión de observadores ayer, domingo, un día después de haber constatado la presencia de otros convoyes militares en las afueras de la ciudad de Donetsk, la capital regional.
El comunicado indica que los observadores "no vieron a ninguna persona de uniforme viajando en esos camiones", tanto en el convoy detectado cerca de Sverdlov (a 15 kilómetros al este de Donetsk), como en otro cerca de la localidad de Zuhres (a 41 kilómetros al este de la capital).
Cinco de los camiones iban cargados con sistemas de lanzamiento de misiles Grad, señaló.
El segundo convoy estaba compuesto por 17 camiones Kamaz sin placas de matrícula, y en 12 de ellos había cañones Howitzers de 122 mm.
La misión de observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) fue desplegada en Ucrania para supervisar los acuerdos de alto el fuego firmados entre las autoridades de Kiev y los rebeldes prorrusos el 5 de septiembre, que no han terminado con las hostilidades.
Desde el viernes, Kiev denuncia la entrada desde Rusia de tanques y piezas de artillería en dirección al este separatista prorruso y el domingo la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, pidió a Moscú que retirara a sus tropas y que impidiese la llegada de nuevos refuerzos a Ucrania.
La Casa Blanca también manifestó su preocupación el domingo ante la intensificación de los combates en las regiones separatistas y recordó que cualquier intento de los insurgentes de apoderarse de más territorio constituiría una "flagrante violación" de los acuerdos de alto el fuego de septiembre.
En siete meses de conflicto han muerto cerca de 4.000 personas.
Las autoridades ucranianas abrieron el lunes una investigación por "terrorismo" tras la explosión de una bomba que dejó 11 heridos en un bar de Járkov (este de Ucrania) donde se reunían fondos para los soldados ucranianos.
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