La Moneda opta por bajar tono en impasse con Perú tras nueva arremetida de García
El Presidente peruano emitió insinuó que Chile está comprando armas para enfrentar un eventual fallo adverso en en Tribunal Internacional de La Haya.
Una reunión extraordinaria en La Moneda encabezó ayer, a las 17.30 el Vicepresidente, Edmundo Pérez Yoma, con el canciller Mariano Fernández; el subsecretario del RR.EE., Alberto van Klaveren, y el ministro de Defensa, Francisco Vidal.
A esa hora ya se conocían en Palacio las últimas declaraciones del Presidente peruano, Alan García, quien en cadena nacional cuestionó el caso de supuesto espionaje protagonizado por un suboficial de la Fuerza Aérea de su país que habría vendido información a Chile. "Estos son actos repulsivos que no corresponden a un país democrático y que dejan muy mal la presencia de Chile ante el mundo. Queremos creer que esto es de algunos sectores, no el gobierno en su conjunto y no el pueblo de Chile, que todavía conservan las costumbres dictatoriales y pinochetistas", dijo García, quien agregó que este tipo de comportamientos es propio de una "republiqueta".
Además, insinuó que Chile está comprando armas para enfrentar el diferendo marítimo.
De hecho, el caso estalló el jueves, justo cuando se conocía la autorización del Pentágono para que Chile pueda realizar compras militares, entre ellas, misiles para los F-16.
Las compras militares ha sido el telón de fondo de esta polémica y, según los análisis de Cancillería, el objetivo de García es mostrar a Chile como un país belicista, que adquiere armamento para enfrentar un eventual fallo adverso de La Haya.
García también recordó que no es la primera vez que esto ocurre y citó el caso de 1979, cuando un suboficial peruano fue fusilado por haber espiado para Chile, y el episodio de 2003 ocurrido en el consulado de Argentina en Punta Arenas, cuando Michelle Bachelet era ministra de Defensa.
Finalmente, el presidente peruano anunció que enviará los antecedentes a las autoridades chilenas de quienes demandó una "explicación" y que someterá la información a verificaciones de un organismo técnico internacional, como la Interpol.
Pese a que los dichos de García provocaron fuerte molestia en el gobierno chileno, tras la cita en La Moneda, que se prolongó por 20 minutos, el canciller Mariano Fernandez salió a bajar el tono y refutó sutilmente las acusaciones de García.
El titular de RR.EE. dijo que, tras una revisión "minuciosa", podía asegurar que "no hay instituciones del Estado chilenas que tengan ninguna práctica, ni funcionarios dedicados a este tipo de actividades". Y pidió a las autoridades limeñas actuar con "serenidad" e indagar "a fondo" el asunto.
Pese a que la reunión encabezada por Pérez Yoma fue breve, este conflicto con Perú -el más grave del mandato de Bachelet- fue profundamente analizado en una seguidilla de citas previas en Cancillería y Defensa.
En la tarde, Vidal encabezó una junta de comandantes en jefe, cita prevista con antelación, mientras que en Cancillería el embajador chileno en Lima, Fabio Vío, quien se encontraba en Santiago por el matrimonio de su hijo, aprovechó de reunirse con Van Klaveren y luego con Fernández, quien llegó al mediodía a Chile. El canciller dijo que Vío permanecerá en Chile en "consultas", lo que implica una señal de molestia con Lima.
Según informó anoche el diario El Comercio, el jefe de Inteligencia de la Fuerza Aérea de Perú, el general Nicolás Asín, dijo ante la Comisión de Inteligencia del Congreso que hay documentos que prueban la participación de Chile en el supuesto espionaje.
Bachelet, en tanto, encabezará hoy un consejo de gabinete, donde se analizaría la relación con Perú.
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