La noche en que se selló la salida de Xabier Azkargorta de la "Roja"

Tres días después del 1-1 con Venezuela, en 1996, Ricardo Abumohor fue a la casa del DT y le comunicó su salida. Estos son los secretos y el escenario en que se dio ese diálogo.




Corre el segundo o tercer vaso de whisky. El cenicero acumula las colillas y el residuo de varios cigarrillos, mientras el humo propio de una charla larga y tensa impregna la sala. Segundos de silencio se interrumpen con una pregunta clave. Quizás, ahí se dio el primer paso de una campaña por todos recordada: "Xabier... ¿Seguro que estás preparado para resistir la presión?".

La respuesta de Azkargorta, entonces técnico de la selección nacional, se transformó de inmediato en el segundo eslabón de una cadena de hechos que terminó con la "Roja" clasificada a la Copa del Mundo de Francia 1998. "Ricardo, tranquilo, estoy preparado. Ya mandé a poner vidrios polarizados a mi automóvil".

Las palabras del entrenador español dejaron "helado" a Abumohor, en esa época, presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP). No había dudas ya. Xabier Azkargorta debía ser removido de su cargo.

El DT y el dirigente, únicos protagonistas de la conversación, nunca más volvieron a cruzar palabra. Aquella reunión, en la misma casa del adiestrador, en Santa María de Manquehue, fue hace 17 años y hoy, a dos días del duelo entre Chile y Bolivia, vuelve a cobrar vida. Porque por primera vez desde 1996, el "Bigotón" regresa a Santiago, a sentarse en una de las bancas del Estadio Nacional, ahora a cargo del equipo altiplánico.

LA PREVIA DEL DESPIDO

Tres días antes de la conversación entre Azkargorta y Abumohor, Chile había debutado en las Eliminatorias para Francia. El domingo 2 de junio de 1996, en Barinas, la Selección apenas empató 1-1 ante Venezuela, con un gol agónico de Javier Margas a los 89'.

"Ni siquiera festejé ese gol. Los venezolanos, que no eran ni la sombra del equipo que son ahora, nos podrían haber metido cuatro o cinco, fácilmente. Estaba enrabiado", recuerda el ex timonel de la ANFP.

De hecho, tras el pitazo final del árbitro paraguayo Epifanio González, Abumohor bajó a la cancha y, en el camino, le dijo a su mano derecha, Pablo Hoffman: "¡Esto se acabó!".

Lo cierto es que hoy el empresario ya había olvidado ese episodio de ira, pero fue el mismo Hoffman, actual gerente general de O'Higgins, quien le recordó ese y otro "pequeño" detalle: "¿En serio? ¡Verdad! El viaje de regreso fue un desastre. En el avión no quería ni hablar. Azkargorta y yo ni nos miramos", relata el actual propietario del equipo de Rancagua.

El hispano, prácticamente, no tenía adherentes en Chile. Uno que lo sostenía era Harold Mayne-Nicholls, quien en esa época ejercía como gerente de selecciones. Años después, el periodista tomó las riendas de la asociación y ubicó a Marcelo Bielsa en la "Roja", con los resultados ya conocidos. "Fue a dar una charla a Juan Pinto Durán a los técnicos. Causó una muy buena impresión y nos pareció una alternativa válida", explica el ex funcionario FIFA.

Así como Mayne-Nicholls apoyaba al vasco, millones de chilenos simplemente lo querían expulsar del país. Después del 1-1 en Venezuela, la crisis se agudizó más. Se citó al directorio en Quilín. De emergencia. Unico tema en tabla: el despido de Azkargorta.

La postura de la gerencia de selecciones era a favor y, tras unas horas de discusión, la cúpula de la ANFP definió dejar en su cargo al español. Sí, la decisión fue seguir con el "Bigotón". Pero Abumohor seguía con dudas. "Finalmente, antes de irme, el directorio me dejó la responsabilidad a mí. Me dio carta blanca. Yo sentía que algo no estaba bien y apenas terminó la reunión tomé mi auto y partí a la casa de él (Azkargorta) para hablar directamente", rememora el empresario.

No sólo desde la ANFP surgía la presión por seguir con el español en la Selección. Julio Riutort, director de la ya extinta Digeder, llamó directamente a la máxima autoridad del fútbol y le pidió que no lo cambie. Pero esa frase de los "vidrios polarizados" terminó por convencer a Abumohor. "Emocionalmente no estaba bien, venía de un desgaste muy fuerte. Y el proceso estaba tambaleando. Es más, estoy seguro de que si no lo sacaba, no llenábamos el estadio en la fecha siguiente, ante Ecuador", reflexiona hoy el dirigente.

FINIQUITO EN OCHO CUOTAS

"No podemos seguir, así no podemos seguir". Con esta frase, Abumohor le notificó su despido a Azkargorta, tras terminar su copa de whisky. El hispano no lo podía creer, pero no le dijo nada.

"No sé si se enojó, pero creo que se fue sentido de Chile. Después de esa noche, nunca más hablé con él", revela.

Al día siguiente, partió una negociación de dos semanas entre el estratego y Hoffman, porque en Quilín no había recursos para su indemnización. El contrato expiraba al final de las Eliminatorias y su sueldo mensual de esa época bordeaba los $ 10 millones.

Finalmente, de $ 250 millones, sólo cobró la mitad y en ocho cuotas. Buena parte de su finiquito salió de las recaudaciones de los partidos ante Ecuador y Uruguay, en el Nacional.

Junto con Azkargorta, presentaron su renuncia Mayne-Nicholls y Oscar Wirth, miembros de la gerencia de selecciones: "Con la salida de Xabier, se necesitaba un nuevo gerente de selecciones. El nuevo entrenador iba a necesitar una persona que ayudara a su consolidación. Yo renuncie antes de que decidieran la contratación de Nelson Acosta (...). Por filosofía, nunca he pensado que echar a entrenadores es la solución de los problemas. Creo que lo correcto es darle un respaldo real", indica Mayne-Nicholls.

Lo último que vio Abumohor de Azkargorta como técnico de la Selección fue su conferencia de despedida. Esa en que el "Bigotón" se desahogó frente a todas críticas que recibió. "Que una vez muerto el perro, se acabe la rabia", fue la frase que acuñó en la historia del fútbol chileno. Anécdota imborrable de un proceso que terminó con Chile en Francia 1998 y con festejos en Plaza Italia, donde nadie se acordó del "Bigotón".

"Huevo" Valencia: "Quedó la frustración de no haber podido evitar que se fuera"

La salida de Xabier Azkargorta fue "traumática". Así al menos la califica Esteban Valencia, quien estuvo presente en el 1-1 frente a Venezuela que gatilló su despido.

"Estaba recién empezando la eliminatoria, pero veníamos con mucha presión y eso el 'profe' lo sentía y se notaba. Venezuela era un rival con el que teníamos muchas diferencias y sólo pudimos empatar a última hora", recuerda el volante.

Nelson Tapia, que atajó esa tarde en Barinas, afirma que no conoció mucho a Azkargorta, "pero en el poco tiempo que pude trabajar con él, me pareció un tipo muy trabajador, muy correcto y disciplinado. Eso, creo, por su mentalidad europea, donde la disciplina y el rigor siempre son importantes. En lo personal, aprendí mucho en el poco tiempo que trabajé con él".

"Era extraordinario como persona -dice Valencia- como técnico tenía su método... su forma. Quizás no fuimos capaces en el momento de entender su idea y se nos complicaron las cosas. Tenemos que asumir también lo que nos toca".

El "Huevo" recuerda que "tras el partido en Venezuela no se habló nada. Estábamos todos muy tristes. El fracaso y el despido del 'profe' estaban en el aire. Después, en Santiago, explotó todo. Una pena. Siempre estará la frustración de no haber podido evitar que se fuera".

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