La política domina la Quinta y reabre el debate

Era el encargado de abrir los números humorísticos en Viña 2016, y lo hizo sacando ronchas. Edo Caroe se plantó frente al público de la Quinta Vergara el lunes con el mismo tono que lo hizo el año pasado en el Festival de Olmué, y donde, al igual que en Viña del Mar, consiguió solo aplausos y carcajadas gracias a su humor negro, político y contingente.

Lo que Caroe hizo en Olmué, repasar a los políticos y sus escándalos de corrupción, es lo que hizo durante el año, en Vértigo (Canal 13), Daniel Alcaíno con su personaje de Yerko Puchento. Tomar distintos nombres locales, como el de Sebastián Dávalos, Camila Vallejo y Jorge Pizarro, y representar el pensamiento popular es la nueva manera que ocupan los humoristas para conectar con sus audiencias. Les ha resultado: Alcaíno era lo más visto del estelar del 13, y Caroe consiguió un peak de 41 puntos de rating en la noche inaugural.

Y tal como este tipo de humor más punzante y catártico genera sintonía y buenos dividendos, también provoca debate, o que algunos ofendidos hayan acusado a Caroe de “facho”y “misógino”.

Luego de recibir las dos gaviotas, Caroe se topó con estos comentarios. “Yo tenía muy claro que iba a pasar eso de la quejas, que todos iban a dar su opinión y que muchos iban a andar lloriqueando, pero me da lo mismo. Lo que yo hago es para hacer reír, y el que se ría lo va a pasar bien, el que se ría va a contratar mi show, y el que no, que siga lloriqueando solito. No me afecta”.

Lo que sí lo inquieta es no haber podido exponer la rutina planeada, debido a un mal manejo de los tiempos, no por censura, según recalca. Asegura que lo que no se alcanzó a ver “es hilarante y realmente bueno, aunque no es muy al hueso. Sentimos mucho no haberla presentado porque estaba escrita para Viña y no tiene sentido hacerla en otro lado”.

La alcaldesa Virginia Reginato vio de cerca a Caroe en la Quinta  disparando contra algunos de sus pares, pero eso no fue algo nuevo para ella, ya que años anteriores se encontró con Juan Carlos “Palta” Meléndez, Jorge Alís y Arturo Ruiz-Tagle, todos  con estilos similares, por lo que asegura que, ante este humor, “hay que ponerle el pecho a las balas. Es moda; la actualidad del país hace que los humoristas hablen de política. Hay que sonreír y tomárselo con humor”.

Anoche, Rodrigo González  subió al escenario a decir: “Yo pensé que Piñera era era yeta, ¡pero Bachelet la cagó!” o “No sé por qué todos los partidos no se juntan en uno y le ponen Soquimich”; además mencionó a Dávalos y otros nuevos clásicos de la burla en la Quinta. En los próximos días,  también buscarán exponer temas políticos en el escenario Pedro Ruminot y Ricardo Meruane, el que adelanta: “Vengo haciendo humor político hace 35 años, por ende, va a haber harta política contingente”.