La última cruz de Sampaoli: Tiene decidido no contar más con Paredes

Jorge Sampaoli tenía decidido desde hace un tiempo que la Selección requería de una renovación. El técnico entendía que, más allá del buen nivel que mostró el grupo durante el Mundial, se debían ir incrustando nombres paulatinamente para abrir el abanico de posibilidades de cara a la Copa América y, principalmente, para las clasificatorias a Rusia 2018

No obstante su deseo, Sampaoli creía que la incorporación de nuevas caras debía ser paulatina, principalmente para no desestabilizar a un plantel que es poco amigo a los cambios radicales. Al mismo tiempo, sabía que no podía cerrarle de forma abrupta las puertas de la Selección a un grupo de futbolistas experimentados, al borde de los 35 años, que quizás ya vivían sus últimas horas en la Roja.

Por ello es que para la anterior serie de amistosos, ante México y Haití, el entrenador repitió prácticamente los mismos nombres que estuvieron en la lista de 30 futbolistas que en principio inscribió Sampaoli para el Mundial. Y sumó a tres valores jóvenes para que se fueran acostumbrando a los trabajos de la selección adulta.

Sin embargo, distintas circunstancias fueron cambiando sus planes. Situaciones dentro y fuera de la cancha. Y ante el nuevo escenario, decidió tomar cartas en el asunto, para no romper la armonía de un plantel que exige compromiso a toda prueba.

Y así como en su momento decidió prescindir para siempre de David Pizarro, quien hasta el día de hoy sigue muy molesto con el técnico por la poca participación que le dio durante el 2013, pese a las promesas del trasandino, y de Marcos González, quien lo criticó duramente tras marginarlo del Mundial, ahora Sampaoli tiene resuelto no convocar nunca más a Esteban Paredes.

A juicio del técnico, la actitud del jugador, avalada por su club, de ni siquiera presentarse en Juan Pinto Durán para explicar sus razones de no ir a la pasada gira por Estados Unidos, cayó muy mal. Aunque estaban en conocimiento de los problemas físicos, esperaban algo más del goleador, que dejó todo en manos de Colo Colo para marginarse.

En el cuerpo técnico ponen dos casos de ejemplo para demostrar el compromiso que se debe tener con la Selección. Uno de ellos es Carlos Carmona, quien pese a tener un desgarro viajó desde Italia hasta Estados Unidos a presentarse con la Roja. En Fort Lauderdales se lo examinó y de inmediato fue liberado para que regresara a Bérgamo.

El otro caso ocurrió el lunes pasado con Gustavo Canales. Pese a que el domingo los doctores de Universidad de Chile le dijeron que era imposible sumarse a los trabajos de la Selección con la lesión en el hombro derecho que se le produjo en el partido ante San Marcos de Arica, el ariete llegó muy temprano a Juan Pinto Durán para presentarse frente al técnico y explicarle con certificado médico en mano que estaba descartado para entrenar al menos con normalidad. De paso, Canales, quien se moría por volver a la Roja tras su polémica salida en mayo pasado de la convocatoria del Mundial, seguirá siendo tenido en cuenta por el adiestrador.

Claro que el caso de Paredes no es el único a quien el cuerpo técnico le puso una cruz encima. El técnico no quedó muy conforme, futbolísticamente hablando, con Fabián Orellana en la última gira. Curiosamente, la evaluación que tenía del extremo antes de los amistosos frente a México y Haití, era óptima e, incluso, en ese momento lo consideraba por sobre Eduardo Vargas, quien llevaba mucho tiempo sin jugar. Pero todo cambió con lo que vio en las prácticas y principalmente con lo sucedido en el duelo con los centroamericanos, cuando fue uno de los más bajos en Fort Lauderdale.

Pese al buen nivel que tiene en España, el casildense hoy entiende que hay otros jugadores que pueden ocupar su lugar, como es el caso Juan Delgado. Además. la consolidación de Ángelo Henríquez en Croacia, también le da una alternativa al entrenador para ampliar el abanico de delanteros, por lo que el hombre de Celta va quedando aún más relegado en la consideración.