Las imágenes y conflictos del nuevo ciclo de la serie Los 80

En octubre vuelve a la pantalla la familia Herrera y Canal 13 baraja dos fechas para su retorno: el domingo 11 o 18, a las 22 horas. Justo a un año de que la estación católica emitiera la primera temporada de Los 80. Esta vez la producción dirigida por Boris Quercia se ambienta en los años 83 y 84, y los protagonistas enfrentan nuevos conflictos. El más cambiado es el papel de Claudia (Loreto Aravena), la hija mayor de Juan (Daniel Muñoz) y Ana (Tamara Acosta), quien desde el primer capítulo se verá como una activista del Partido Comunista. A su vez, Juan intentará, a como de lugar, sacar a su familia adelante en medio de la crisis económica que atraviesa el país en esos años. Y Ana, en este ciclo, toma una postura mucho más independiente y proveedora de su casa. Por otro lado, está Martín (Tomás Verdejo), el hijo del medio, que ya aprendió a volar en la Fach y sigue su carrera en las fuerzas armadas.

"La crisis se profundiza en esta segunda temporada a través de mi personaje, que por todos lo medios trata de salir adelante", cuenta Daniel Muñoz. Y añade que "es mucho más dramático en relación a lo que ocurre a su familia, pero se consolida la matriz de la serie, que es la familia y lo que lo mantiene a flote". En tanto, la actriz Loreto Aravena cuenta que su personaje "está absolutamente metida en política,  bien involucrada con el Partido Comunista, y está en desacuerdo con el sistema que se está llevando a cabo en Chile con la dictadura militar. Esta situación le traerá conflictos con su padre, madre y hermanos, en general con toda la familia, que no quiere que Claudia esté relacionada con eso".

En ese mismo contexto, Tamara Acosta agrega que su papel será la de una mujer independiente, "porque le tomó el gusto a trabajar y contar con su dinero". Eso sí, la familia seguirá viviendo "con lo justo", enfatiza. Y agrega que "en esa época la crisis aún no terminaba. Y con esta familia, con una hija en la universidad, era difícil. En esos años empieza a cambiar la forma de consumo de la gente. Y una de las cosas que comienza aparecer son los créditos, tarjetas, chequeras, se empieza a instalar el libre mercado. Entonces, ellos también tienen que recurrir a ese tipo de cosas, porque no les alcanza".

En las grabaciones se vive un ambiente de optimismo. Los protagonistas dicen que son una familia, y que trabajar en este proyecto es un "regalo". Además, señalan que a través de Los 80 han conocido "verdaderamente" la historia de Chile. Por lo mismo, las ganas de seguir están. Así lo manifiesta Muñoz. "Esta serie es necesaria, importante para la televisión de nuestro país. Es una forma de registrar la parte que no se conoce de nuestro país. Y espero que el público entienda eso y nos dé la razón para que el canal apruebe el proyecto a largo plazo", asegura, ante los planes que hay ya para un  tercer ciclo de la producción.

En tanto, Acosta dice que "a mí me da mucha pena que terminemos de grabar esta temporada, porque echaré de menos todo. Para mí, grabar Los 80 es pura felicidad, lo paso  bien todo el día; es un grupo que me encanta".