Las pesas arriesgan perder todo por tres dopajes

La Federación se expone a dos años de sanción. Deportistas quedarían fuera de Toronto y Río. El caso más reciente afecta al ex secretario de la gerencia técnica, Javier González




Un nuevo terremoto vive la Federación Chilena de Levantamiento de Pesas. A sus problemas dirigenciales, que provocaron la salida del presidente Cristián Harthey, de la mayoría de su directorio y de algunos entrenadores, la administración entrante, encabezada por Ítalo Barattini (vicepresidente de la anterior mesa), se encontró con otro grave problema: un nuevo caso de dopaje, que data de noviembre de 2014.

Durante el Nacional de pesas de Vicuña, Javier González arrojó positivo por efedrina, furosemida y un corticoide. El resultado se reveló esta semana, y aunque no ha sido público, ya está en conocimiento de la Federación y del Comité Olímpico.

Esta situación se suma a otros dos casos ocurridos en mayo del año pasado. El primero de ellos fue el de Isidora Alarcón (17), sancionada por nueve meses, tras consumir hidroclorotiazida y un metabolito; mientras que Aquiles Guerrero (23) fue castigado por dos años, luego de ingerir canrenona.

El problema es grave, porque si la Federación Internacional de Levantamiento de Pesas determina que el dopaje de González es punible internacionalmente, según sus criterios, la Fechipe será castigada al menos por un año, por lo que sus deportistas quedarán marginados de los Juegos Panamericanos de Toronto (donde tiene cuatro cupos asegurados) y, por consiguiente, de los Juegos Olímpicos de Río.

No obstante, hay un camino alternativo: pagar una multa de US$ 50 mil, para evitar el castigo. Pero la Federación no tiene los recursos para cubrir tal cantidad. Así, el COCh tendría que hacerse cargo del pago.

"Por un lado, es impresentable pagar multas por dopaje. Si debo responder a la rápida, no pagaremos. Sin embargo, no correspondería perjudicar a otros deportistas que nos van a representar en buena lid", afirma Neven Ilic, timonel del COCh.

La molestia entre los pesistas es evidente. Más allá, de la posible marginación de Toronto y Río, el enojo va dirigido contra González, ex secretario técnico de la administración anterior y deportista retirado, pero que participa esporádicamente en competencias, como en los Odesur y en Vicuña.

"Esto es un escándalo, porque los tres dopajes no han sido de seleccionados nacionales. Más encima, González estaba retirado y participaba por gusto en las pruebas, siendo que era secretario técnico", señala Bastián López, medallista mundial juvenil, y una de las grandes promesas de este deporte. Mientras, Francisco Barrera, plata en los últimos Odesur, agrega: "González lleva años en esto y sabía que le iban a hacer un control, y aun así no se cuidó".

En tanto, en la actual directiva descartan una sanción. "Estuvimos revisando el reglamento y no deberíamos ser sancionados", explica el nuevo gerente técnico, Ronald Salinas.

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