Líderes africanos se aferran al cargo y se niegan a dejar el poder

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En Gambia, Zimbabwe y Congo, los Presidentes buscan perpetuarse. En casi la mitad de Africa los jefes de Estado se han mantenido más de 8 años.




A la medianoche del lunes 19 de diciembre, el Presidente de la República Democrática del Congo, Joseph Kabila, debía dejar su cargo. El mandatario, que asumió en 2001 luego de que su padre fuera asesinado por un guardaespaldas, finalizaba su segunda gestión y por exigencia constitucional, su último mandato. Sin embargo, el Tribunal Constitucional aceptó la petición del Ejecutivo de retrasar las elecciones hasta 2018, debido, según el oficialismo, a "problemas logísticos". Kabila aseguró entonces que lo hacía para permitirle a los casi 10 millones de votantes que no se han registrado participar en los comicios.

La furia se apoderó de los congoleños y las manifestaciones contra de Kabila estallaron de inmediato, en un país que ha debido convivir con la violencia. La oposición y otros grupos consideran que lo de Kabila son meras excusas para que el jefe de Estado, de 45 años, permanezca en el poder y han dicho que no lo reconocerán como autoridad. Con el correr de los días, la oposición propuso un acuerdo para que Kabila se mantenga en el poder hasta 2017 y que ese año se concreten las elecciones, sin la posibilidad de cambiar la Constitución para presentarse nuevamente. El país no ha tenido una transición pacífica en el Ejecutivo desde la independencia en 1960.

Kabila no está haciendo otra cosa que seguir los pasos de otros líderes de países vecinos que han buscado perpetuarse en el poder. El Presidente de Ruanda, Paul Kagame, buscará un tercer período en 2017 luego de la aprobación de un referendo que le permitió modificar la Carta Magna, mientras que en Burundi, el jefe de Estado, Pierre Nkurunziza, fue elegido por tercera vez el año pasado, a pesar de las masivas protestas en su contra.

De acuerdo al diario británico The Guardian, casi la mitad de los más de 50 países africanos tienen Presidentes o primeros ministros que han estado en el poder más de ocho años, algunos por décadas, como Theodoro Obiang, de Guinea Ecuatorial, de 74 años y desde 1979 en el poder. O Yowei Museveni, desde 1986 al mando de Uganda.

Al igual que sus pares africanos, Kabila no ha cedido. Así, decidió sacar a la calle a policías, militares y a su guardia presidencial para frenar a las masas. Durante los últimos días, las fuerzas de seguridad de la República Democrática del Congo detuvieron a más de 200 personas que protestaban contra el mandatario, según la ONU. Las mayores manifestaciones han tenido lugar en Kinshasa, la capital.

"Cualquier aglomeración de más de 10 personas será reprimida", dijo a la agencia EFE un coronel del Ejército de Kabila. Según la organización Human Rights Watch, las fuerzas de seguridad mataron a 26 personas.

Por lo mismo, la popularidad de Kabila ha ido en descenso. Según una encuesta del Congo Research Group, un 75% quiere que el mandatario deje el poder y cuatro de cada cinco rechaza cualquier cambio a la Constitución que podría permitirle un tercer mandato.

Otro que se niega a entregar el poder es un viejo conocido de la región: el Presidente de Zimbabwe, Robert Mugabe, de 92 años.

Mugabe ha manejado las riendas de su país durante 36 años y acaba de ser investido por su partido ZANU-PF como candidato para las elecciones presidenciales de 2018. El gobernante Mugabe, en el poder desde que el país africano se independizó de Reino Unido en 1980, finalizaría un nuevo período a los 99 años. La oposición ha denunciado que Mugabe no tiene contacto con su pueblo, que existe un masivo desempleo, escasez de efectivo y cierre de empresas. El deterioro de la economía ha aumentado la presión sobre el Ejecutivo, que ya enfrentó fuertes manifestaciones el año pasado. En 2013, Mugabe ganó unas elecciones marcadas por las denuncias de irregularidades.

Al mismo tiempo, en Gambia, el Presidente Yayha Jammeh -que llegó al poder tras liderar un golpe en 1994- fue derrotado en las urnas el 1 de diciembre. Sin embargo, el jefe de Estado rechazó los resultados y anunció que buscará convocar a nuevas elecciones.

El Presidente electo, Adam Barrow, le ha pedido que entregue su cargo. La ONU y la Comunidad Económica de Estados de Africa Occidental (Ecowas) le han solicitado lo mismo. Ecowas advirtió, además, que las tropas de Senegal, que rodea a Gambia, están listas para intervenir si Jammeh se niega a dejar la Presidencia. Al igual que otros pares africanos, el líder de Gambia enfrenta sendas acusaciones por violaciones a los DD.HH.

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