Llega la comedia con el mejor debut en Estados Unidos
The crazy ones es el retorno de Robin Williams a la TV. James Wolk, otro de sus actores, habla con La Tercera sobre este éxito.
La comedia The crazy ones era uno de los estrenos más esperados de la temporada, pues marcaba el regreso de tres pesos pesados dentro de la industria televisiva: Robin Williams, quien antes de saltar al cine logró popularidad gracias a la serie Mork & Mindy, a fines de los 70 e inicios de los 80; Sarah Michelle Gellar, conocida por su rol en Buffy, la cazavampiros -que todavía posee una fiel base de seguidores-, y el guionista David E. Kelley, quien desde el éxito de Ally McBeal (que terminó en 2002) no se había reencontrado con altos ratings en las comedias. Hasta ahora.
En su noche de estreno en Estados Unidos, la serie obtuvo una audiencia de 15,5 millones de personas, transformándose en la más popular de todos los programas debutantes. "Creo que una de las principales razones por las cuales nuestro programa ha logrado conectar con el público es Robin Williams, que está en la televisión por primera vez en 30 años. Pero, por sobre todo, como elenco nos divertimos tanto haciendo el programa juntos, que siento que eso se traspasa a la pantalla. Tenemos muy buena química", explica a La Tercera James Wolk sobre el éxito de la serie. En ella interpreta a Zach Cropper, el creativo favorito del personaje de Williams -Simon Roberts-, director de la agencia de publicidad Roberts&Roberts, que maneja junto con su hija Sydney (Gellar).
Dentro de un panorama televisivo donde las nuevas comedias han estado siendo canceladas, los buenos resultados de rating de The crazy ones fueron acompañados de la confirmación de una temporada completa, en octubre, a tan sólo un mes de su debut.
Y Wolk es parte de ese éxito, pues uno de los aspectos que más ha destacado la crítica acerca de esta serie, que debuta el miércoles 26, a las 22.30, por Fox (señal 57 VTR y 502 Movistar), es la química que logra con Williams. Esto se ha transformado en un trampolín para el actor, cuyos bonos han aumentado después de aparecer en varias series de forma esporádica. Una de ellas es Mad men, donde interpretó al misterioso Bob Benson en la anticipada sexta temporada, que se emitió el año pasado. "Definitivamente, 2013 fue un año espectacular y estoy muy agradecido por ello. Pude hacer tanto comedia como drama, que es el sueño de un actor hecho realidad", comenta Wolk al respecto.
Uno de los factores que han diferenciado a la serie de las otras comedias es la sensación de frescura, dada en parte por la improvisación, y que el mismo Wolk define como fundamental: "Es una combinación de guión e improvisación, lo que es muy emocionante y un regalo para un actor, especialmente si lo debes hacer con Robin Williams. No hay nada mejor que eso".
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