Lo que el nuevo protocolo de tsunami del Shoa y Onemi podría haber evitado el 27/F

El nuevo protocolo de tsunami entre la Onemi y el Shoa está en su fase 3, rumbo a la 4. Y las medidas que incluye, dicen sus creadores, hubiesen podido mitigar muchos de los hechos que ocurrieron tras el terremoto y tsunami de 2010.




Hace varias semanas, el Shoa junto a la Onemi, presentaron el nuevo protocolo en caso de tsunami en el país. Este, de acuerdo a las autoridades, integra nuevas medidas que en resumen, evitarán que ocurran los mismos hechos del pasado 27 de febrero de 2010, tras el terremoto de 8,8 grados en la escala de Richter y el tsunami.

El director del Shoa, Patricio Carrasco, indicó que están en la tercera fase del protocolo, ya trabajando hacia la cuarta versión. "Hay que empezar a confiar en el sistema, ya el protocolo ha comenzado a ser probado en distintos eventos", dijo.

¿Pero cuáles son los errores del 27/F?
Esa noche el primer equívoco fue el no escuchar el jefe de la Onemi del Biobío, quien fue el primer funcionario en darse cuenta que el movimiento telúrico de las 3.34 era un terremoto de entre entre IX a X grados de Mercalli. Se comunicó vía telefónica con el Centro de Alerta Temprana (CAT) en Santiago, donde le dijeron que se trataba de un temblor muy fuerte. Sin embargo, la advertencia desde el sur no fue tomada en cuenta y la Onemi mantuvo su impresión de que el sismo alcanzó los VII grados de Mercalli en Concepción.

Con el flamante protocolo esta situación no debiera repetirse nunca más. Este nuevo sistema indica que es el Servicio Sismológico de la Universidad de Chile, el encargado de detectar y caracterizar el sismo, con la información que debe mandar la Onemi a Valparaíso.

Es decir, desde la Oficina Nacional de Emergencia se entrega la intensidad Mercalli al Shoa, y con esa información el organismo costero comienza a desglosar el movimiento telúrico.

Esa noche, el jefe subrogante del Shoa decidió que era necesario decretar una alerta de posible tsunami y por eso, mandó un aviso a la red naval, sin embargo, sólo Valparaíso y San Antonio acusaron recibo y ante el movimiento de esa noche, nadie se percató que el resto de las unidades no respondió y asumieron que habían recibido la alerta.

Ahora, esta situación no debería repetirse. Cuando ocurra el sismo de VII en la escala de Mercalli, la Onemi debe decretar de inmediato evacuación preventiva, no debe esperar comunicación con nadie, sólo dar a conocer la decisión a nivel nacional. En caso de que el organismo que recibe la orden no comprenda el mensaje, debe -por obligación- dar cuenta de las dudas. Y la Onemi debe recibir acuso de recibo de los mensajes.

La difusión de esta información debe realizarse por e-mail, fax, teléfono, VHF, y mensaje con la autoridad naval.

El subdirector nacional de Onemi, Benjamín Chacana, sostuvo que las principales diferencias con el 2010 "se puede resumir en una sola palabra que es la coordinación".

"Hoy estamos más coordinados con el Shoa y tenemos protocolos más actualizados, estamos mucho mejor preparados para la eventual ocurrencia de un tsunami, en Chile, también en términos de Telecomunicaciones, hay acciones específicas que te dicen qué cosas tienes que preguntar y cómo tienes que hacerlo y esas son las grandes cosas que marcan la diferencia en una catástrofe", dijo Chacana.

Una llamada en inglés que no se podía traducir. La madrugada del 27 de febrero de 2010 el geólogo taiwanés Vindell Hsu, despachabó desde el Pacific Tsunami Warning Center de Hawai (PTWC) un mensaje de observación con los primeros datos de magnitud y ubicación del sismo. Hsu dijo que enviaron el mensaje cinco o seis minutos después del temblor y que una vez que determinaron la ubicación y las magnitudes, tomó el teléfono y desde Hawai se comunicó con el SHOA. Quería confirmar que los miembros del organismo técnico chileno habían recibido su mensaje y si comprendían el riesgo. Le contestó el cabo Araya. En su declaración ante la fiscalía, Hsu dijo que intentó conversar con el chileno, pero que al parecer éste no hablaba inglés: "Escuché algo que no entendí y no fue inglés".

Esto tampoco debería volver a repetirse. De acuerdo al director de la Onemi, tienen un monitoreo directo de organismos internacionales y hay capacitación constante de la información que vienen de estas entidades.

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