Los guardianes del chilesaurio

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Hace 13 años fue descubierta en Chile una especie de dinosaurio que deslumbró a la paleontología mundial por su rareza. El hallazgo se realizó durante un trabajo en terreno del Sernageomin, institución que hasta ahora resguarda sus más de 500 restos óseos.




"Alguien puede imaginar que no costaría cosa alguna encontrar huesos de dinosaurios, ya que se los imaginan enormes. Ese no fue el caso, ya que los primeros que encontró Diego eran dos pequeños huesos y que los hubiese reconocido como huesos fósiles fue todo un logro", recuerda Manuel Suárez, director de la carrera de Geología de la U. Andrés Bello, cuyo hijo realizó un hallazgo que terminó de portada en la revista Nature, en 2015.

Diego, en ese entonces de siete años, descubrió en 2004 lo que hoy se conoce como el chilesaurio (Chilesaurus diegosuarezi), una especie herbívora del Jurásico, de 1,6 metros de altura y 148 millones de años.

Manuel Suárez, en 2004, era funcionario del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) y se encontraba en una campaña en terreno para levantar mapas geológicos en la localidad de Mallín Grande, en la Región de Aysén.

"Las campañas en terreno que realizan los geólogos para elaborar mapas aportan un dominio detallado del territorio, lo que favorece hallazgos de fósiles, meteoritos, entre varios otros elementos que nutren la cultura", dice Omar Cortés, subdirector nacional de Geología del Sernageomin, institución que desde hace 13 años cuida los restos de esta especie única.

Después del hallazgo, el material se entregó a paleontólogos argentinos para su análisis y limpieza. En 2014 los restos regresaron al museo que el Sernageomin posee en Ñuñoa. Sin embargo, pronto deberán dejar estas instalaciones, ya que el chilesaurio, por tratarse de una especie nueva u holotipo, debe quedar en manos del Museo Nacional de Historia Natural (MNHN).

El chilesaurio se analizó en Argentina porque ahí existe el capital humano avanzado para realizar el complejo trabajo de extraer los fósiles. "Es como extraer un huevo de un bloque de concreto, sin romperlo", explica David Rubilar, uno de los coautores del estudio en Nature.

Rubilar, jefe de Paleontología del MNHN, dice que es algo inédito para la ciencia haber encontrado cerca del 80% del material para reconstruir la historia de esta especie.

De este trabajo, explican desde el Sernageomin, se extrajeron más de 500 elementos óseos bien preservados e identificados anatómicamente, en su mayoría pertenecientes al chilesaurio.

También hay otros restos que pertenecen a otras especies por investigar, como restos fragmentarios aislados de dinosaurios saurópodos (cuadrúpedos de cuello largo).

Los científicos siguen fascinados con el descubrimiento. Rubilar recuerda que en un principio se creyó que se estaba frente a distintas especies, pero eso se debía a su extraña composición, de ahí que recibiera el apodo del ornitorrinco o el Frankenstein de los dinosaurios.

Su hallazgo también ha abierto el debate. En agosto pasado, un estudio publicado en la revista Biology Letters señaló que el chilesaurio podría ser el eslabón perdido entre los dinosaurios herbívoros como el Stegosaurus y los carnívoros como el Tyrannosaurus rex, conclusión distinta a la obtenida en Nature.

"Nosotros lo planteamos como un terópodo (más emparentado con el Tiranosaurio Rex), pero un nuevo análisis lo posiciona más hacia la base de los ornitisquios, que son otro gran linaje de dinosaurios, entre los que se incluye el triceratops, todas formas herbívoras", dice Rubilar, quien advierte que los investigadores de esta última publicación no vieron los fósiles.

Cuando el MNHN reciba al chilesaurio, quedará a disposición de todo el mundo científico para continuar con los estudios. "Queremos seguir estudiando este material, sacándole más información, porque es compleja su ubicación filogenética y su afinidad con otros dinosaurios es objeto de mucho debate", agrega Rubilar.

El chilesaurio ha sido uno de los huéspedes más importantes que han pasado por el museo del Sernageomin. Sin embargo, no es el único, hay otras colecciones de fósiles e invertebrados. Además, este museo abierto a la comunidad cuenta con 15.000 ejemplares de fósiles y 500 especies de minerales, entre otro material patrimonial, explica Cortés.

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Vertebra del Chilesaurus diegosuarezi.

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