Los "megaseller" que salvan a las editoriales en un año de crisis

Los sellos locales tienen libros que pasan meses en el ranking de los más vendidos. Stephenie Meyer, con su saga Crepúsculo, mantiene en azul los números de Alfaguara, mientras que Stieg Larsson y sus policiales "salvan el año" de Planeta. Y el 21 de agosto aparece lo nuevo de Isabel Allende.




Hace dos semanas, Isabel Allende pasó por Chile. Fue una de sus visitas secretas, dedicadas sólo a ver a su familia y muy lejos de la prensa. Pero se dio un tiempo para sentarse frente a las cámaras de su editorial, Random House Mondadori: grabó un mensaje para los libreros chilenos sobre de su nueva novela, La isla bajo el mar. Era para que no olvidaran que desde el 21 de agosto tendrían el libro a la venta. Aunque a nadie le viene mal la promoción, Allende es una marca que se vende sola. Un megaseller.

Inventado por la industria editorial española, el concepto de megaseller define a esos libros que demoran meses y hasta años en salir del ránking de los más vendidos. Títulos que inesperadamente se transforman en fenómenos, como El código Da Vinci, de Dan Brown, y Harry Potter, de JK Rowling. Y por ello, mantienen en azul las cuentas de las editoriales.

Este año, en la escena local, los indiscutidos reyes del ranking son Stephenie Meyer y Stieg Larsson. "Creo que lo bien que Alfaguara ha superado la crisis tiene mucho que ver con Meyer y el boom de Crepúsculo", cuenta Francisco Ortega, uno de los editores del sello. Actualmente, la autora que puso de moda a los vampiros adolescentes tiene los cuatro libros de su saga instalados en el ranking. Han vendido más de 70 mil copias, lo que, según Ortega, representa casi el 50 por ciento de las ventas de Alfaguara.

Meyer sorprendió a editores que buscaban a la sucesora de Rowling. No hay recetas. Las edulcoradas historias exóticas de Khaled Hosseini, sin ningún aviso, se pusieron de moda: editorial Océano ha vendido más de 40 mil copias de  Mil soles espléndidos y Cometas en el cielo.

Cuando los sellos pedían un título de conspiración histórica tipo Dan Brown, un ortodoxo de la novela histórica como Ildefonso Falcones dio el golpe. Random House acaba de poner en librerías 10 mil ejemplares de su segunda novela, La mano de Fátima. Ya es el libro más vendido del sello. "No es poco para un español casi desconocido", dice Pablo Dittborn, gerente de la editorial. El está tranquilo: está sacando de imprenta 20 mil copias de La isla bajo el mar, de Allende. "De aquí a fin de año se venden", apuesta.

Otro misterio: ¿cómo el fallecido Larsson llegó a vender 3,4 millones de ejemplares de sus tres libros en España? Su editora española en el sello Destino, Silvia Sesé, leyó a Larsson en francés y lo compró. Y pasó a ser una fiebre. En Chile, las aventuras de Mikael Blomkvist llevan meses entre los más vendidos. "Nos ha salvado el año", dice el gerente de Planeta, Bartolo Ortiz.

Novelas negras de ribetes políticos, la serie que se inicia con Los hombres que no amaban a las mujeres ha vendido 20 mil ejemplares. "Como es un libro con un valor por sobre la media (más de $ 20 mil), entonces ha sumado. Nos ha ayudado muchísimo para que este año sea bueno", explica Ortiz. Pero su carta más fuerte aparece el 15 de noviembre: El símbolo perdido, la nueva novela de Dan Brown, se lanzará en Chile con 20 mil ejemplares.

En España, los megaseller generaron el 20% de los ingresos de los sellos del primer semestre. Pero no todo es miel sobre hojuelas. Silvia Querini, editora de la prestigiosa Lumen, apunta: "El dinero de un lector es limitado. Si compran tres Larsson, significa que no compran ningún Natalia Ginsburg. La polarización me preocupa".

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