Los partidos tradicionales no logran remontar en Francia
El candidato centrista Emmanuel Macron y la nacionalista Marine Le Pen lideran las encuestas.
Si a diferencia de lo que sucedió con el Brexit en Reino Unido y el triunfo de Donald Trump en Estados Unidos y los pronósticos de las encuestas con miras a las elecciones presidenciales del 23 de abril en Francia sí se cumplen, el país se verá enfrentado ante un escenario inédito.
Si lo que vaticinan los sondeos es correcto, ninguno de los candidatos de los partidos políticos que han estado en el poder durante los últimos 30 años (los conservadores y los socialistas) pasará a la segunda vuelta del 7 de mayo. Según coinciden todas las encuestas, en el balotaje competirán por la Presidencia la candidata de ultra derecha Marine Le Pen y el centrista Emmanuel Macron, amplio favorito en un escenario de segunda vuelta.
El martes un sondeo del diario francés Le Monde y la consultora Cevipof pronosticó que ambos estarán empatados en preferencia (25%) en la primera ronda de las elecciones, donde 11 candidatos competirán por el Elíseo. En la segunda vuelta la encuesta entrega una amplia victoria a Macron frente a Le Pen: un 61% contra un 39%.
Si bien ni Le Pen ni Macron son "outsiders" de la política francesa-ya que el Frente Nacional que dirige la candidata está presente en el país desde 1972 y Macron fue ministro de Economía del actual Presidente socialista François Hollande- ambos han logrado superar a los candidatos de los grandes partidos. El mismo sondeo Le Monde/Cevipof indica que el tercer lugar lo obtendría el candidato conservador François Fillon con el 17,5% de las preferencias. Fillon no ha logrado remontar en los sondeos tras un sendo escándalo por supuestos pagos ilegales a su esposa. De hecho, las denuncias por corrupción han sido parte de la tónica de una sorpresiva carrera electoral.
El ex primer ministro (2007-2012) inició su campaña como el favorito absoluto, pero a un mes de los comicios su imagen se vio salpicada por acusaciones de que contrató a su esposa e hijos utilizando dinero público para cargos ficticios mientras era diputado de la Asamblea Nacional.
Pero los conservadores no son los únicos afectados. El mismo sondeo muestra un alza del candidato de izquierda Jean-Luc Melenchon, quien lograría un 15% de las preferencias frente a un 10% del candidato socialista Benoit Hamon. El Partido Socialista francés vive una crisis profunda. No sólo Hollande decidió no postular a la reelección debido a su escaso apoyo ciudadano, sino que Hamon ni siquiera logra entusiasmar a sus propios camaradas.
"Los franceses quieren un cambio de política, nuevos responsables. A la vez buscan saber hacia dónde van en un contexto global incierto. Responsabilizan a la izquierda de un empeoramiento de la situación a raíz de los años de Hollande. Es la razón por lo que todo es posible, comenzando con una segunda vuelta liderada por Macron del que los franceses reconocen la experiencia de gobierno, enfrentando a la candidata de extrema derecha", aseguró a La Tercera el candidato a diputado de los franceses en el exterior, Pascal Drouhaud.
En estas elecciones los indecisos alcanzan cifras récord. Según una encuesta Ifop, uno de cada tres franceses no ha decidido por quién votar. Además muchos se estarían debatiendo entre realizar un voto estratégico, para frenar el avance de Le Pen. También la participación podría caer fuertemente en relación con comicios anteriores.
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