Los pasos que delataron al principal sospechoso

La ausencia de su mochila al pasar por el torniquete del Metro Manquehue y el rastreo del número de su tarjeta bip!, fueron las pistas que siguió la fiscalía para dar con Juan Flores, quien quedó en prisión preventiva junto a su pareja Nataly Casanova.




El reloj marcaba las 22.33 del domingo 13 de julio, cuando un hombre vestido con un polerón con capucha y una mochila negra adosa-da a la espalda ingresaba a la estación del Metro El Golf, en Las Condes. El sospechoso, que según la Fiscalía Sur sería Juan Flores Riquelme, habría viajado menos de 10 minutos antes de salir del tren subterráneo por la estación Manquehue. En esta escena, sin embargo, las cámaras de vigilancia no lograron registrar el bolso que el joven transportaba.

El estallido que se registró a las 22.52 dentro de un vagón -y que lesionó a seis funcionarios del Metro- encendió las alarmas del equipo investigador que, tras analizar los videos, centró su atención en un joven calvo, de contextura delgada.

Si bien en un primer momento la policía no logró su identificación y solo se contaba con el número de la tarjeta bip! que usaba esta persona, los análisis posteriores de su fisonomía y los registros de pasajeros que utilizaron este medio de pago, se transformaron en las primeras piezas clave para armar un complejo puzzle policial. Las diligencias de Carabineros permitieron identificar al sospechoso en otras estaciones del Metro, junto a un segundo acompañante, un hombre mayor. Los análisis posteriores permitieron a la policía identificarlo como el padre de Juan Flores.

El primer encuentro entre ambos ocurrió el 21 de julio, en Metro de Universidad de Santiago con dirección a la estación San Pablo. Ahí fue cuando las cámaras de seguridad grabaron a padre e hijo recargando la tarjeta. La segunda reunión fue captada por las cámaras el 5 de agosto, en el Metro Vespucio Norte, instancia en que la policía pudo detectar el número de tarjeta que posteriormente revelaría la identidad del principal sospechoso que habría cometido, según el M. Público, al menos cuatro atentados explosivos en casi dos meses. Tras solicitar información a Metro, Carabineros estableció un patrón de conducta respecto de horarios de uso y lugar de carga: se trataba de un Servipag en un mall del sector norte de Santiago. Fue entonces cuando las cámaras de seguridad registraron el rostro y apariencia del adulto que se habría reunido en dos ocasiones con el presunto sospechoso de los bombazos.

Siguiendo la línea investigativa de que esta tercera persona trabajaría en ese centro comercial -debido a que lo frecuentaba-, la fiscalía mostró fotografías a trabajadores del recinto y requirió los listados con los nombres de los funcionarios de todas las empresas del mall. Tras las diligencias, se logró establecer que había un funcionario de una empresa de aseo con una apariencia física similar a la persona que cargaba esta tarjeta: se trataba de J.F.P., padre del principal imputado.

"Se levantó su red familiar y se estableció que uno de los hijos correspondía a las características físicas del sospechoso que había sido previamente registrado en las cámaras de seguridad (...) del Metro, correspondiente a Juan Alexis Flores Riquelme", relató ayer el fiscal exclusivo del caso, Christian Toledo.

Una vez conocida la identidad, la policía inició la segunda etapa de la investigación. Un análisis en las redes sociales, que incluyó la comparación de estas imágenes registradas en los videos de seguridad del Metro con las fotos de la cuenta de Facebook del imputado. Estos antecedentes permitieron a las policías detectar sus redes de contactos e iniciar la búsqueda de la mujer que habría acompañado a Flores en el atentado de Los Dominicos. La investigación en torno al responsable terminó el 18 de septiembre, con el allanamiento de la casa de Nataly Casanova, en La Pintana.

Uno de los antecedentes que expuso la fiscalía para acreditar la participación de los sospechosos fue la similitud que existiría entre los cuatro artefactos explosivos detonados, uno de los cuales explotó el 8 de septiembre, en el centro comercial Subcentro, ubicado cerca de la estación de Metro Escuela Militar (ver infografía página 5). Ahí, las cámaras de vigilancia captaron a un sujeto, que de acuerdo con la fiscalía sería Flores, quien habría llevado la bomba en una bolsa. Sistemas de activación, la composición de la pólvora casera y el uso de esquirlas idénticas para provocar mayor daño, fueron algunos de los elementos expuestos ante el tribunal. A este antecedente se suma la incautación efectuada en el domicilio de La Pintana, donde el grupo fue arrestado. En el patio del lugar y enterrados a pocos metros, la policía encontró 680 gramos de explosivos. También se encontraron trazas de pólvora en herramientas y, según la fiscalía, los mismos sistemas de activación de las bombas.

La evidencia clave de la policía se encontró en un tirante de una mochila calcinada que transportaba un elemento explosivo en Los Dominicos. Rastros de ADN fueron levantados desde el objeto y analizados por forenses de Carabineros. ¿El resultado? Perfiles genéticos que, según la fiscalía, serían idénticos a los de Juan Flores Riquelme y Nataly Casanova. El trayecto que la pareja habría tomado para cometer el atentado duró, según peritos de Carabineros, una hora con 21 minutos. El trayecto -en el que se trasladó el artefacto explosivo- consideró el uso de dos buses del Transantiago y la combinación en la estación El Golf del Metro que, minutos después, terminó en la estación Manquehue.

Ayer, el magistrado del 15º Juzgado de Garantía de Santiago, René Cerda, dio un plazo de 10 meses a la investigación y decretó la prisión preventiva de Flores y Casanova. El tercer detenido, Guillermo Durán, quedó con arresto domiciliario nocturno.

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