Macron pide a Netanyahu congelar construcción de asentamientos
El Premier israelí dijo al mandatario francés que Jerusalén "nunca ha sido la capital de ningún otro pueblo".
A cuatro días de la crisis desatada por la decisión del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel, el mandatario francés, Emmanuel Macron, pidó al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, "gestos valientes" hacia los palestinos para sacar del atasco en que se encuentra el proceso de paz, y, en concreto, que congele la construcción de asentamientos.
Ambos líderes se reunieron por más de dos horas y media en el Palacio del Elíseo y al finalizar ofrecieron una tensa conferencia de prensa. Allí, Macron reiteró su "desaprobación" por el giro dado por Estados Unidos al reconocer Jerusalén como capital de Israel, no sólo porque constituye una decisión unilateral que contraviene la legalidad internacional, sino porque "es peligrosa para la paz" y también "para la seguridad de Israel".
Según la agencia France Presse, Macron se esforzó por trascender la nueva posición de Washington y reclamó a su interlocutor "gestos", como "la congelación de la descolonización y medidas de confianza hacia la Autoridad Palestina".
Por su parte, Netanyahu afirmó que Israel es quien más defiende en Medio Oriente los valores democráticos y de los derechos humanos. En cuanto a la polémica sobre Jerusalén, indicó que es la capital de Israel en la práctica desde la creación del Estado hace setenta años, que "nunca ha sido la capital de otro pueblo" y que cuando los palestinos lo acepten se podrá avanzar por el camino de la paz.
Netanyahu dijo que la paz necesita igualmente que se atajen de raíz todas las agresiones, y se centró en Irán, porque aseguró que intenta crear bases militares en territorio sirio "con el objetivo expreso de destruir Israel" y establecer misiles en el Líbano que también "son una gran amenaza" para su país.
La posición francesa sobre Irán es defender el acuerdo sobre el programa nuclear de Teherán (que está siendo atacado por Trump), pero también mantener con sus autoridades una actitud "firme y exigente".
Por otro lado, las protestas se multiplicaron ayer en distintas partes del mundo por la crisis respecto de Jerusalén. Así, en Beirut, capital del Líbano, las fuerzas de seguridad lanzaron gases lacrimógenos y agua contra una multitud que protestaba frente a la embajada estadounidense, según reportó la BBC. También se realizaron protestas en Cisjordania. Mientras que en Jerusalén un palestino apuñaló a un guardia de seguridad israelí en la principal estación de buses de la ciudad.
A nivel diplomático, los cancilleres árabes que se reunieron ayer en El Cairo instaron a EE.UU. a modificar su decisión y dijeron que generará violencia en la región. Por su parte, el Presidente turco -que hoy se reunirá con el mandatario ruso, Vladimir Putin- dijo que en una próxima reunión de la Organización para la Cooperación Islámica complicará los planes de Trump.
El Presidente de la Autoridad Nacional Palestina Mahmoud Abbas se reunirá hoy con su homólogo egipcio, Abdel Fattah Al-Sisi, para discutir sobre la crisis.
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