El Madrid asalta el Camp Nou

No ha podido ser mejor el inicio de la temporada 2017-2018 para el Real Madrid. En menos de una semana, alcanzó dos triunfos con matices distintos, pero igual de importantes.

El pasado martes, en Skopje (Macedonia), ganó la Supercopa de Europa tras imponerse sobre el Manchester United por 2-1. Este domingo, no fue campeón de nada, pero dio un paso gigante hacia la consecución de una nueva estrella. En el Camp Nou, la casa del Barcelona, su enconado archirrival, con ese que pelean por cada liga española, ganó un partido que fue tomando color a medida de su desarrollo, hasta erigirse como un clásico reñido y entretenido, que cualquier espectador neutral gozó. El Madrid ganó por 1-3, en el duelo de ida por la Supercopa de España.

Al igual que ante el United de Mourinho, Zinedine Zidane prefirió cuidar a Cristiano Ronaldo. El portugués, quien se unió hace poco al trabajo con sus compañeros (post Copa Confederaciones y unas vacaciones tan pospuestas como polémicas, en medio de la denuncia por presunto fraude fiscal y su declaración ante Hacienda), tomó parte del segundo tiempo, terminando siendo uno de los protagonistas del partido. Como suele suceder. Pero vamos por parte.

Mientras Neymar debutaba en el París Saint-Germain, con una expectación más allá de Francia, el nuevo técnico azulgrana, Ernesto Valverde, confió en Gerard Deulofeu para completar el trio de ataque con Lionel Messi y Luis Suárez. Formaron la MSD, menos glamorosa que la notable MSN. Se notó que ambos conjuntos aún trabajan en la puesta a punto, pero el Madrid viene con el vuelo de los triunfos, y eso le da un plus en este tipo de enfrentamientos. En los 50', un autogol de Piqué puso la apertura de la cuenta para la Casa Blanca, que vistió con un tono turquesa fuerte que a veces se confundía con la tenida tradicional del Barcelona. Inentendible.

Messi le dio la igualdad al local (77'), cobrando exitosamente un inexistente penal sancionado por el juez De Burgos Bengoetxea, por una nula falta de Keylor Navas sobre Suárez. Pero Real Madrid tiene una arma letal: el contragolpe.

Primero, en los pies de Cristiano, ya en la cancha, quien anotó un golazo (80'), para luego hacer un espectáculo aparte: celebrar a torso desnudo, para que todo el Camp Nou lo contemplara. Eso sí, dos minutos después fue expulsado por doble amonestación. Hasta empujó al árbitro. La fiesta merengue la cerró Marco Asensio (90'), con otro golazo.

"Estamos contentos con el resultado, pero (la eliminatoria) no está sentenciada y vamos a tener que jugar el miércoles. Ahora toca disfrutar y mañana (hoy) a pensar en el partido de vuelta", dijo Zinedine Zidane en la conferencia de prensa posterior al juego. En efecto, a diferencia de otras definiciones similares, la Supercopa hispana es a doble partido, ida y vuelta. Este miércoles es el segundo choque, a las 18 horas de Chile, en el Santiago Bernabéu.

El clásico del mundo fue para Real Madrid, mientras el Barcelona esperar fichajes, para intentar olvidar a Neymar.