Maracaibo, la nueva ciudad símbolo de la crisis venezolana
La segunda ciudad más importante de Venezuela está sufriendo las consecuencias del racionamiento eléctrico. La falta de electricidad ha trastocado por completo la rutina de sus habitantes.
De Maracaibo se dice que es la ciudad más fría de Venezuela. Eso a pesar de que las temperaturas alcanzan los 35 grados centígrados, la sensación térmica puede llegar a los 50 y hay, en algunas ocasiones, hasta 90% de humedad. Es que en este lugar el aire acondicionado era hasta hace algunos meses atrás un bien de primera necesidad: no había un sólo lugar que no lo tuviera.
"El calor hace que sea necesaria la ventilación mecánica y el enfriamiento de espacios por medio de acondicionadores. Por lo tanto aquí, por las altas temperaturas todo el año es necesario el suministro de electricidad para mantener en funcionamiento el aire acondicionado que aquí hay en todos los espacios", cuenta a La Tercera el diputado por el estado de Zulia, y residente de Maracaibo, Eliseo Fermín.
Venezuela vive una de las peores crisis eléctricas de su historia y Maracaibo, la segunda ciudad más importante del país y la que tiene mayor consumo eléctrico de la región, ha tenido que adaptarse en torno al racionamiento eléctrico. La ciudad ha pasado a ser de la "más helada" a la más caliente en apenas tres meses.
Esta ciudad ha sido una de las más afectadas por las medidas del gobierno de Nicolás Maduro, que a fines de abril anunció cortes de energía de cuatro horas diarias, para enfrentarse a la crisis energética. "Acá la energía es muy barata y todo el mundo tiene aire. Pero con el problema eléctrico que hay lo estamos pasando mal. Imagínense movilizarse en horario punta con una sensación de 50 grados", dice a La Tercera Elvis Castellanos, quien trabaja en una distribuidora de autos en la zona de Belloso.
La ciudad siempre ha estado acostumbrada a los cortes de energía. La situación venía ocurriendo desde que el fallecido mandatario Hugo Chávez decretó una emergencia eléctrica en 2009. Pero este año y en algunas zonas, los cortes se han extendido por más de diez horas.
Maduro ha insistido en que la sequía, producida por el fenómeno de El Niño, sería la principal causa de que el embalse de El Guri, que abastece a más del 60% de la electricidad del país, esté en uno de sus niveles más bajos de los últimos años.
Sin embargo la oposición, ha denunciado que la crisis se debe a un problema arrastrado del chavismo, por falta de inversiones y corrupción.
Ahora, para los más de 2 millones de habitantes de esta ciudad, ubicada al noreste de Venezuela, el calor tropical es un verdadero problema de la rutina diaria.
Hoteles vacíos
"Maracaibo ha cambiado en un 100%", dice Castellanos, quien explica que los negocios han tenido que cerrar, los hoteles no están recibiendo huéspedes, los supermercados cierran inesperadamente y el tráfico colapsa. "Ha sido especialmente terrible para todas las empresas que se dedican a la venta de mariscos, helados, carnes, panaderías, algo vital para el maracaibero. Vivir sin electricidad en esta zona del país es terrible", explica Fermín.
Años atrás Maracaibo era una de las ciudades más ricas del país, al ser el epicentro de la industria petrolera y uno de los principales apoyos a la economía venezolana. Hoy, la caída de los precios del crudo y la agudización de la crisis económica en el país repercuten con dureza en esta urbe.
"Era una ciudad muy tranquila, muy próspera. Había mucha inversión extranjera y colonias de árabes, portugueses, españoles, alemanes y chilenos. La industria petrolera era el motor de la ciudad pero ahora casi todos se han ido. La zona industrial parece un pueblo fantasma", dice a este diario Castellanos.
Por lo mismo fue en esta ciudad donde estallaron las primeras protestas contra el racionamiento eléctrico a fines de abril. Los medios locales reportaron más de 73 establecimientos que fueron saqueados esa semana y 3.500 oficiales de policía fueron desplazados a Maracaibo para controlar la violencia. "Esto es una bomba de tiempo que en cualquier momento explota", comenta Castellanos.
La sensación de inseguridad ha aumentado en las calles de Maracaibo, ya que la ciudad muchas veces queda a oscuras. "Maracaibo hoy día es una ciudad muy insegura, muy oscura. Todos los días hay robos y secuestros", dice Castellanos. "Los delincuentes saben qué zonas no tendrán electricidad y deja de funcionar todo: alarmas, circuitos cerrados de televisión, cercos eléctricos, puertas y teléfonos", explica Fermín.
Por estos días, a pesar de que la situación está controlada, aún se registran robos y saqueos diarios en supermercados y tiendas. "La escasez de productos llega al 80% y lo poco que se consigue cuesta 100 veces su precio. Hay que hacer cola para todo", comenta Castellanos.
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