Maracaná: La vuelta de la "Roja" al campo de la vergüenza
Pasaron 25 años para que Chile vuelva al mítico estadio de Río de Janeiro. La última vez fue el día en que Roberto Rojas protagonizó el episodio más oscuro del deporte nacional. El "Cóndor" analiza con distancia el momento histórico de la Selección, a diferencia de Patricio Yáñez, quien sólo pide que mañana se borre todo de un plumazo.
La última vez que la selección chilena estuvo en el Maracaná, el partido no se completó. La última vez que la Roja disputó un duelo oficial en el principal estadio de Brasil, el fútbol y el deporte nacional vivieron el episodio más vergonzoso de su historia. Fue el 3 de septiembre de 1989, y todos conocen ese capítulo negro como el Maracanazo de Roberto Rojas.
Increíblemente, Chile pisa mañana el césped de este legendario estadio por primera vez desde esa triste jornada. Lo hace en una Copa del Mundo y ante España, el campeón defensor. Es como cerrar el ciclo de una vez por todas y la mejor manera de hacerlo sería con un resultado histórico que reemplace la página de vergüenza que se escribió hace 25 años.
"Es un sueño poder jugar en el Maracaná y lo único que queremos es llevarnos los tres puntos", sentenció ayer Arturo Vidal en Toca da Raposa II, lugar de concentración del Equipo de Todos. Y claro que es un hito, porque después de un ciclo perdido por culpa de la trampa y el deseo de ganar como sea, Chile finalmente recuperó el respeto internacional, gracias a sus buenos resultados deportivos.
¿Se cierra el círculo ahora? El gran actor de esa noche fatídica, Roberto Rojas, lo duda. No porque la herida siga abierta, sino porque el ciclo ya se completó hace rato, según él. "Son situaciones distintas, momentos distintos y jugadores distintos. Son 25 años, mucho tiempo ha pasado, tiempo en que momentos como ese se olvidan".
El ex arquero fue el que se infligió un corte en la ceja izquierda, en el minuto 67 del compromiso de Chile ante Brasil, donde ambos equipo se jugaban la clasificación al Mundial de Italia 1990. Sólo un triunfo le servía a la escuadra nacional. Al Scratch, en tanto, le bastaba un empate. En ese partido, Rojas lo había tapado todo, salvo un remate de Careca que se le coló debajo del guante izquierdo, el mismo donde tenía guardado una hoja de bisturí con el que simuló la lesión tras una bengala que cayó a varios metros de él.
Tiempo después, el Cóndor no pudo con su consciencia y confesó su fechoría al periodista de La Tercera, Orlando Escárate. Resultado de todo esto: castigo de por vida para el portero y la imposibilidad de Chile de competir por una plaza en Estados Unidos 1994. Con los años, Rojas asumió esa falta y pidió perdón. El daño, sin embargo, ya estaba hecho.
¿Siente algo especial el ex arquero por volver a ver a la Selección en el Maracaná? Su respuesta es distante. Sorprendentemente, indolente. "No me produce nada. No produce ni tristeza ni alegría que Chile vuelva a jugar en el Maracaná. Después, como entrenador (de Sao Paulo, Guaraní y Sport Recife), estuve ahí varias veces, además. A esta altura de mi vida he aprendido a separar lo material de lo importante", sentencia el ex guardameta.
Eso sí, Roberto Rojas admite su alegría de ver al combinado criollo en una Copa del Mundo. "Eso es algo muy importante y muy bueno. Eso sí es emocionante para uno. Ojalá que obtenga un buen resultado contra España, aunque no será para nada fácil", dice. Su acto de hace 25 años, no obstante, privó a casi toda una generación de soñar con ir a un Mundial. "Lo sé, fue mi más grande error", explica por enésima vez.
En todo caso, el Cóndor deja en claro que el contexto de aquel duelo de 1989 es muy distinto al que se disputará mañana en Río de Janeiro. "Primero, porque nosotros enfrentamos a Brasil y teníamos a todo el público en contra. Ahora, Chile enfrenta a España y, seguramente, va a tener el apoyo del público. No son los mismos rivales, son momentos diferentes", reitera con insistencia.
Quizás por eso el principal culpable del Maracanazo chileno no siente gran motivación por ir a ver a la Selección ante España. "No podría, además", explica. Eso sí, tiene agendado estar en el duelo de Chile y Holanda, por el cierre del Grupo B, este lunes, en el Arena Sao Paulo. "El Sifup me está gestionando una entrada. No lo puedo decir con seguridad", agrega, como si no tuviera la certeza de que sea una buena decisión estar en un partido mundialista de la Roja.
Otro futbolista que vivió esa jornada negra se mueve por estos días por Belo Horizonte, siguiendo a la selección chilena. Se trata de Patricio Yáñez, quien es parte del equipo de TVN que cubre el Mundial. En ese 3 de septiembre, el delantero también pasó a la historia por un gesto que realizó hacia la galería del Maracaná, el que hoy se conoce que por su nombre
Yáñez también tiene palabras para el regreso de la Roja el principal estadio de Brasil. "El retorno al Maracaná les da la opción de que de un plumazo notable se borre esa mala imagen que nosotros dejamos, porque lo nuestro sigue siendo recordado como el episodio más negativo de nuestro fútbol".
El mayor deseo del Pato es que se esfumen los fantasmas. Que a partir de mañana se recuerde el Maracanazo de Chile como el día en que la Selección dejó a los campeones del mundo fuera de la Copa. "Para demostrarle al mundo entero que podemos recordar el Maracanazo, pero el de Chile contra España. Ojalá nos echen una manito y lo borren con su calidad, con su juventud".
Tanta confianza tiene Yáñez, que desde ya lanza una promesa: "Me comprometo a que si Chile gana y elimina a España, le hago mi gesto a ese episodio tan triste que vivimos".
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