Marcados de por vida: Siete historias de los peores tatuajes del fútbol
Una frase de Genghis Khan, un Michael Jackson mal dibujado y hasta una carita feliz en el labio. Conoce los casos.
Mucho ruido -y algunas risas- se generaron en Uruguay, al conocerse que Gastón Pereiro, joven volante de Nacional de Montevideo, le rindió un particular homenaje a su ídolo y compañero de camarín, Alvaro Recoba. El seleccionado charrúa sub 20 se tatuó en el brazo el rostro del experimentado jugador, luego de que este convirtiera un gol el fin de semana pasado que dejó al "Bolso" a un paso de ganar el torneo local.
Pero el caso de Pereiro no es el único en el mundo del fútbol, pues varios de sus colegas de profesión han hecho noticia en distintos momentos por sus controvertidas decisiones artísticas cuando se trató de entintar su cuerpo. Revisa algunas historias de otros tatuajes de futbolistas, realizados sin mucho éxito.
Daniele de Rossi: El internacional italiano, campeón del mundo en 2006, es reconocido por la rudeza que utiliza en su juego. La advertencia para sus rivales está grabada en su cuerpo, en la pantorilla derecha, donde una señal de tránsito advierte el peligro que representa intentar eludir su marca en el terreno de juego.
Artur Boruc: Este portero polaco dio cuenta de su tremendo y bizarro sentido del humor al tatuarse en su estómago a un mono, utilizando su ombligo como parte del diseño. El día que lo presentó al público, cuando defendía al Celtic, le agregó un detalle y escribió "Rangers", el clásico rival de su equipo, en el cuerpo del simio exhibicionista. El archienemigo no quedó muy contento.
Mario Balotelli: El siempre polémico goleador de la Azurra no podía estar ausente. En su pecho se puede leer una frase perteneciente a Genghis Khan, que se puede traducir como "Soy el castigo de Dios. Si no has cometido grandes pecados, Dios no habría enviado un castigo como yo, sobre tí". Muy apropiado para el italiano, que se realizó el tatuaje en 2012, luego de anotar su primer gol de la temporada en la Premier League.
Nile Ranger: Este joven delantero inglés, que jugó durante una temporada por el Newcastle en la Premier League, se ha hecho más coocido por sus decisiones artísticas en torno a sus tatuajes más que por sus goles. Primero, una carita sonriente en la cara interna de su labio inferior. Poco después lo combinó con su nombre escrito a un costado de su frente. Inexplicable.
Wesley Sneijder: Poco se sabe de la inspiración que tuvo uno de los referentes de la selección holandesa para tatuarse el rostro que lleva en su costado, y que se apreció en Brasil 2014. El no lo ha aclarado, y aunque se dice que bien podría tratarse de su esposa, Yolanthe Cabau, bien podría tratarse de Michael Jackson o de una representación de Jesús. Cualquiera sea, no debe ser el resultado esperado.
John Carew: Perdidos en la traducción. El delantero noruego, de varias temporadas en el fútbol inglés, falló con terribles consecuencias al deletrear la frase que pretendía escribir en su cuerpo. "Ma Vie, Mes Régles" se puede leer en su cuello, lo que debería traducirse como "Mi vida, mis reglas". El problema es que el acento mal colocado en la última palabra cambia el sentido de la oración y "Régles" deja de significar "reglas" para referirse directamente al periodo menstrual femenino.
Mauricio Pinilla: La historia ya es más que conocida. El delantero chileno, que se ha realizado innumerables tatuajes en el cuerpo, atrajó la atención desde distintas partes del mundo con su diseño de la jugada más recordada de la eliminación de Chile en el Mundial, ante los dueños de casa. Significativo, pero así y todo no contó con demasiada aprobación en las redes sociales y los portales de noticias alrededor del orbe.
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