María Leonor Varas, directora Demre: "La PSU sigue siendo el mejor predictor de que los alumnos terminarán sus carreras"
La directora del Demre explicó que, pese a que hay que perfeccionar la prueba de selección universitaria, sigue siendo la mejor herramienta disponible. Aseguró que es necesario realizar modificaciones para que el sistema de acceso sea más equitativo, entre las que podría estar recortar los temarios.
Desde hace 12 años, la Prueba de Selección Universitaria (PSU) ha filtrado a los alumnos que entran a las universidades asociadas al Sistema Unico de Admisión (SUA) y que este año serán 35. Una herramienta que ha sido acusada de fomentar la desigualdad, ya que los alumnos que obtienen mejores puntajes, en general, pertenecen a los niveles socioeconómicos más altos. María Leonor Varas, directora del Departamento de Medición, Evaluación y Registro (Demre), organismo responsable de la construcción y aplicación de la prueba, reflexionó respecto de los desafíos que enfrenta la PSU en el contexto de la reforma a la educación superior, y aseguró que sigue siendo la mejor herramienta disponible para predecir que los alumnos concluirán sus carreras.
¿Por qué hay que mejorar la PSU? ¿En cuánto tiempo podrían verse estos cambios?
Desde el momento en que se discute un nuevo sistema educacional, lo que uno tiene pierde valor y hay que modificarlo. Es difícil, porque no se puede tener una solución completamente nueva sin realizar la debida experimentación, sin avisarlo con tiempo, etc. Entonces, antes de cinco años no podríamos tener un sistema nuevo. Pero lo que sí podemos hacer es mirar lo que ya tenemos con ojos críticos y ver qué podemos cambiar. Dentro de las mejoras que se pueden introducir en el corto plazo está, por ejemplo, recortar temarios. Creemos que hay que revisar qué estamos preguntando y sacar todo lo que no nos ayuda al propósito de la prueba, que es que tenga validez predictiva y que sea equitativa, es decir, que todos hayan tenido oportunidad de aprender.
¿Qué problemas tienen los temarios actuales de la prueba?
Tienen la dificultad de que no distinguen entre lo importante y lo que no es importante. Hay muchos indicadores que tienen un nivel de detalle que hace difícil construir la prueba, pero que además generan más diferencias en aquellos lugares en donde no se implementó ese currículum o no se alcanzó a pasar toda la materia. Por ejemplo, en la enseñanza media técnico-profesional se enseña otro currículum, entonces, hay un problema de validez de una prueba en el hecho de que tú le preguntes a la gente cosas que no tuvo oportunidad de aprender. Se sabe que con la PSU estamos cometiendo ese pecado y hay que dejar de hacerlo.
En ese sentido, ¿qué opina de crear una prueba especial para los alumnos que egresan de colegios técnicos?
Yo no creo que sea buena idea. Consultando con expertos, parece mucho más razonable tener pruebas que sean más básicas, como era la Prueba de Aptitud Académica (PAA), que medía aptitudes más básicas. Lo que sí se podría hacer es, quizás, tener pruebas especiales sólo para aquellas carreras en las que hay mayores necesidades de discriminar entre gente que tiene conocimientos más avanzados de algo, por ejemplo, Medicina o Ingeniería.
Al recortar temarios de la PSU, ¿no se corre el riesgo de que la prueba pierda su valor predictivo?
Hicimos un ejercicio simple: tomamos dos estudios de validez predictiva que son referentes en la PSU, uno de Pearson y otro del Cruch. En ellos se revelaba cuánto influía en la predictibilidad de que un alumno tuviera éxito académico el tener un buen puntaje NEM y PSU. Nosotros tomamos esas bases de datos y les quitamos las preguntas de tercero y cuarto medio. Algo brutal, que en la práctica no se podría hacer. Pero descubrimos que los ítems que quedaron dieron una prueba con la misma confiabilidad y con una validez predictiva que no se dañó considerablemente. Eso significa que podemos hacerles recortes importantes a nuestras pruebas sin que pierdan su valor.
¿Cuál es la forma de llevar a cabo estas modificaciones?
Lo que hay que hacer ahora es sentarse con el Ministerio de Educación y con los expertos de cada tema y decir de esto qué es lo que tiene sentido sacar y qué no. Porque se corre el riesgo de que todo lo que se saque se deje de enseñar, entonces hay que tomar una decisión más inteligente. Pero yo diría que lo más importante es que este año, cuando se esté rindiendo la PSU, seamos capaces de mostrar que estamos trabajando en cambios. Porque pareciera a veces como que hay una trinchera entre los que defienden la PSU y los que defienden el ranking y eso es absurdo. Eso sólo nos puede llevar a soluciones brutas.
Actualmente, queda alrededor de un mes para que los alumnos rindan la PSU. ¿Qué le gustaría decirles?
Que la den tranquilos, la PSU la hacemos con la mayor seriedad y el máximo cuidado posible. Sabemos que no es una medida perfecta, por eso se consideran otras variables. Pero dentro de todos los factores de selección que tenemos, la PSU sigue siendo el mejor predictor de que los alumnos terminarán sus carreras y eso habla muy bien de ella. Además, tiene algo bueno que es superior al ranking y a las notas de enseñanza media (NEM), y es que las notas que tú sacas en la enseñanza media es una marca para toda la vida, las pruebas no son una marca para toda la vida porque siempre la puedes volver a dar.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.