Matar a un Hombre: de Sundance a la disputa por un cupo al Oscar

Es un año complicado para quedar en la lista final. Con  competidores latinoamericanos de primer nivel  y mucho recurso puesto en la mesa por distribuidoras extranjeras, a simple vista la argentina Relatos salvajes y la venezolana Libertador tienen las primeras opciones. La primera se estrenó con bombo y boato en Cannes, repitiendo el mismo entusiasmo hace unos días en el Festival de Toronto. La segunda, protagonizada por la estrella venezolana Edgar Ramírez en la piel de Simón Bolívar y musicalizada por Gustavo Dudamel, tiene todo el apoyo económico posible del país caribeño. Libertador ya fue postulada por Venezuela, mientras que Relatos salvajes es la casi segura carta transandina.

En este terreno, una película de pocos recursos y sin grandes estrellas parece tener menos posibilidades. La chilena Matar a un hombre es precisamente ese tipo de película fabricada con mano de artesano, con algunos actores no profesionales  y que huye de la épica como de la peste. El filme de Alejandro Fernández Almendras que fue designado por un jurado del Consejo Audiovisual para buscar un cupo por Chile en el Oscar extranjero es un trabajo sobrio, sin verdades absolutas y contrario a los desenfrenos de sus contendientes latinoamericanos.

La cinta, en cualquier caso, viene precedida de muy buena recepción crítica en EE.UU., donde ganó el Gran Premio del Jurado en la sección World Cinema del Festival de Sundance. "Es un año complicado y me imagino que el lobby  de Libertador y Relatos salvajes son muchísimos. Pero, por otro lado, Matar a un hombre fue premiada en Sundance y hay  casos de filmes galardonados ahí que luego entraron a los Oscar. Precious es el  más famoso", dice Fernández.

Matar a un hombre se inspira en un caso real ocurrido hace siete años en Chile: un hombre se hace justicia con sus propias manos luego de que el sistema legal falla. En la trama, Jorge (Daniel Candia) es asaltado por Kalule (Daniel Antivilo) y su hijo busca recuperar las pertenencias del padre. La acción va mal y Jorgito (Ariel Mateluna) recibe un disparo. A Kalule le dan dos años de cárcel y cuando sale en libertad comienza a hostigar  a la familia de Jorge, amenazando con violar a la hija. Jorge, tras varias noches de indecisión, decide quitarle la vida al maleante.

"Esta no es la clásica historia del vengador anónimo. Por el contrario, lo que me gatilló a hacer la película fue ver en la televisión cuando a esta persona le preguntaban si volvería a hacer lo mismo. Le  respondía al periodista que no, porque 'no sabe lo que es  matar a un hombre'. Eso me hizo mucho sentido, pues en esta historia la víctima se transforma en victimario. Hay ambigüedad moral", cuenta el director.

"Me parece que el tema de tomar la justicia en las propias manos está legitimado en algunos sectores en el Chile de hoy. En tal sentido, creo que la película tiene resonancia en la realidad", agrega Fernández acerca de la cinta, que se estrena el 22 de septiembre en Iquique y que también estará la próxima semana en el Festival de San Sebastián (España).

La medida va en directa relación con los requerimientos de la Academia de Hollywood, que pide que todas las postulantes se hayan exhibido al menos durante siete días seguidos  antes del 1 de octubre.

En la historia de las postulaciones de Chile al Oscar extranjero, sólo en una oportunidad se incurrió en una irregularidad. Fue en  1999, cuando el Ministerio de Educación envió la cinta Tierra del Fuego, de Miguel Littin, que no había sido estrenada comercialmente y fue rechazada por la Academia.

Según informan en el Ministerio de Cultura, se apoyará monetariamente con 50 millones de pesos a Matar a un hombre para su campaña de postulación al Oscar y al Goya. La película, por lo pronto, ya tiene  asegurado su estreno comercial en Estados Unidos en diciembre. Antes, sin embargo, se exhibirá en octubre en el Festival de Valdivia.