Meruane critica humor en la Quinta: "El doble sentido es facilista"

Ricardo Meruane es la última interrogante que queda del Festival. El último número con diagnóstico reservado. Pero no sólo por la eterna pregunta que alienta el morbo de la galería sobre si habrá o no pifias. En esta edición del certamen se ha agregado una segunda incógnita y es si el humorista seguirá con la tendencia marcada por sus colegas Dino Gordillo, Oscar Gangas y, sobre todo, Mauricio Flores de tener rutinas de calibre más alto y tono más subido de lo que se ha visto en los últimos años del evento.

Sentado en la terraza del hotel Sheraton, Meruane explica que tiene preparada una rutina de 55 minutos que, si bien incluye "picardía", estará basada en "la contingencia, que es la especialidad de la casa", y en el "humor con opinión" que él realiza enmarcada en un repertorio que ha probado durante todo el año en distintos eventos tanto en Santiago como en regiones.

"Ningún humorista puede decir que haya probado algo nuevo en la Quinta", sentencia, agregando que "a lo mejor un segmento o un latigazo, pero la gente va con lo que está haciendo durante el año. No es un escenario para probar nada. Pero creo que igual voy a hacer un aporte, porque voy a hacer algo distinto".

Sobre el tono que sus colegas le imprimieron a sus presentaciones en el Festival de este año, Meruane opina que "el problema es cuando se abusa" del doble sentido y los chistes de grueso calibre. "Hay que cumplir con dos objetivos: el público presente y televidente. Para quien está en su casa con sus hijos, ver un chiste así no le cae muy bien, pero para el que está en la Quinta, lo espera. Es delicado el tema. El problema es cuando se abusa", apunta, y admite que en el caso de los humoristas en esta edición del certamen sí han caído en eso. "Creo que sí se ha abusado, algunos términos específicos los encontré un poco pasados. Pero en el humor tampoco hay que ponerse una sotana. El problema es el equilibrio", opina. Y sigue: "A mí me gusta dejarle algo a la imaginación. El doble sentido es el recurso más facilista. Pero yo hago humor con opinión".

Un criterio similar, explica Meruane, aplicará al tema de la homosexualidad y la homofobia: "Igual voy a contar un chiste, pero lo importante es no abusar".

El humorista adelanta que está apostando a un comienzo "compacto", "rápido" y "sólido", para luego entrar en relatos más largos. "No voy a perder un segundo", resume. Y, además, cuenta que Chilevisión no le puso ningún reparo para su rutina y que "no me han objetado ni las marcas, que generalmente no se pueden poner. Tienen un criterio bastante amplio". Y sobre la recepción que espera tener del público, afirma: "Voy a entregar lo mejor de mí y si la gente no lo recibe, más no se puede hacer", y aclara que está optimista porque se trata de material que ha probado y para el que cuenta con un equipo que le ha ayudado a afinarlo.

ALTA SINTONIA
A pesar de la controversia que causó su presentación, que incluyó que él pidiera disculpas si alguien se había sentido ofendido, Mauricio Flores se convirtió en el show más visto en lo que va del Festival, con un promedio de 53,2 puntos de rating entre las 00.35 y la 1.39 horas, con un peak de 56 unidades. El humorista se presentó con su personaje Tony Esbelt y en una porción del show lo acompañó Rafael Araneda. Con él se aplicó la misma política que Chilevisión se ha encargado de recalcar para todos sus artistas: que no se va a censurar a nadie.

El día anterior, para el show del martes, Oscar Gangas había logrado cambiar su destino sobre la Quinta Vergara, que lo había pifiado hace 13 años en su primera presentación sobre el escenario, con una rutina que también recurrió a chistes de corte homofóbico y subidos de tono y que si bien tuvo aplausos, tampoco arrasó en menos de media hora de presentación. En sintonía, logró 48,5 puntos de rating, entre las 00.17 y 00.39 horas y no fue lo más visto de la noche. Ese título fue para el concierto de Américo, que se anotó 50,4 unidades.