Motörhead y Judas Priest: las glorias del metal vienen con show en conjunto
Los emblemas del rock duro tocarán en mayo en Movistar Arena. Ambos vienen con aplaudidos discos.
Son leyendas hilvanadas desde esquinas casi opuestas, pero, a la hora de pesquisar sus vínculos locales, hay un punto de encuentro más elocuente entre los héroes del heavy metal de matrícula clásica, Judas Priest y Motörhead: figuran como los nombres que han extendido uno de los lazos más persistentes con el público chileno. Mientras los primeros anotan un culto histórico, tres visitas en los últimos 10 años y otras dos de su cantante (Rob Halford), los otros reportan hasta un DVD grabado entre las paredes húmedas y el neón añoso del Teatro Caupolicán.
Con ese historial, los conjuntos ingleses volverán a engrosar durante esta temporada sus registros en Santiago. De manera inédita, se presentarán juntos el martes 5 de mayo en Movistar Arena, en una cita de evidente similitud con esos festines de rock duro bautizados como Monsters of Rock que se levantaron en el país desde los 90. En este caso, el espectáculo comenzará a las 20 horas y ofrecerá presentaciones completas de ambos números, aunque bajo un orden ya resuelto: Motörhead serán los encargados de abrir el evento.
Un aperitivo de cuerpo pesado y sólo disponible para paladares recios. Célebres por ese vigor que cruza testosterona con el carácter más troglodita del rock de alto voltaje -encarnado por su líder, el eterno "Lemmy" Kilmister-, los oriundos de Londres llegan con su arsenal de éxitos facturados desde los 70, a lo que suma la novedad de su última entrega, Aftershock (2013).
Un álbum que disfrutó de la venia unánime de los medios especializados y que, tal como otros casos de igual cepa, como The Rolling Stones o AC/DC, demostró una vez más la capacidad de la agrupación de mantener su nombre en alto, con variaciones apenas cosméticas en su sonido.
Eso sí, su nueva venida coincide con años en que la leyenda de "Lemmy" se agigantó en direcciones múltiples, sobre todo hacia audiencias jóvenes que hoy lo observan como un veterano de tantas batallas, como un sobreviviente de los mejores y mayores pecados del rock and roll. Una imagen construida por el excelente documental Lemmy (2010) -que rastreaba su biografía y que tenía a miembros de Guns N' Roses, Metallica y hasta New Order reverenciando su legado- y que tuvo resultados inmediatos, como la participación de Motörhead en la última edición del festival californiano de Coachella, habitualmente concentrado en variantes más actuales, como el hip hop y la electrónica.
En el caso chileno, su última huella de cercanía está en The world is ours-Vol.1, disco triple que -en un DVD y dos CD- muestra la totalidad del concierto que ofrecieron en 2011 en el recinto de calle San Diego.
Con caras nuevas
Por su parte, Judas Priest también declara una renovación reciente. Adscritos a una faz metalera dominada por la técnica, los arranques operáticos y los riffs tarareados por generaciones completas, los hombres de Breaking the law editaron en julio su última entrega, Redeemer of souls, situada por la crítica entre las mejores del último tramo de su discografía. Pero el buen rendimiento no sólo se remitió a los aplausos; el disco debutó sexto en el ranking Billboard, lo que significó su primer top ten en EE.UU.
Además, Redeemer... trajo uno de los mayores cismas en la historia de la banda, luego que uno de sus emblemas y arquitecto de su estilo, el guitarrista K. K. Downing, se retirara en 2011, dejando espacio al competente Richie Faulkner. Un movimiento fundamental que sus seguidores locales podrán evaluar cara a cara en el encuentro de mayo. La venta de entradas parte mañana a través de Puntoticket.
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