Muerte de futbolista abre debate en los clubes por desfibrilador
La mayoría de los equipos cuenta con este elemento médico, incluso en los entrenamientos. A diferencia de lo que ocurre en los partidos, en las prácticas no se exige su disponibilidad.
La muerte de Carlos Barra (24), durante un partido de entrenamiento entre Maipo Quilicura de Buin, de Segunda División, y Palestino, la tarde del miércoles, puso en el tapete la seguridad de los jugadores de fútbol durante la práctica deportiva.
La normativa actual obliga a los clubes a contar con un equipo médico adecuado durante los partidos y, de no contar con lo necesario, la ANFP provee todo para que los clubes puedan cumplir con el reglamento. Sin embargo, hasta hoy, no se dice nada respecto de la presencia del equipamiento durante las prácticas.
Pese a que los testigos del fatídico partido en La Cisterna aseguran que Barra fue correctamente asistido y que nada asegura que se salvaba si era asistido tempranamente con un desfibrilador, aparato que hace dos años le robaron a Palestino, el asunto igual genera debate.
"Nosotros tenemos todo lo necesario para atender una emergencia de ese tipo. El desfibrilador está en nuestro centro de entrenamiento, por lo que durante las prácticas también estamos preparados para cualquier eventualidad. De todas formas, creemos que se debe revisar el tema. Sería una buena medida que la ANFP obligara a todos a contar con el equipo durante los entrenamientos", asegura Ricardo Abumohor, presidente de O'Higgins.
Mientras, Cesare Rossi, timonel de Deportes Iquique, enfatiza que "siempre hemos tenido mucha preocupación por la integridad de nuestros jugadores. Incluso, en los entrenamientos contamos con todos los recursos para una situación así. El desfibrilador está siempre en el estadio, que es donde entrenamos, y nuestros profesionales del área médica están capacitados para utilizarlo en caso de que sea necesario. Ojalá que la ANFP intente normar lo de las prácticas. Cualquier medida que favorezca a los jugadores es bienvenida", afirma.
En Universidad de Concepción, en tanto, creen que "estas cosas son fortuitas. Pueden pasar en cualquier parte. Nosotros contamos con el equipo, pero no lo tenemos en todos los entrenamientos, ya que, por lo general, entrenamos en lugares diferentes durante la semana. La presencia obligada del desfibrilador en un entrenamiento podría ser una buena medida. Pero éstas son situaciones muy raras", enfatiza el timonel del Campanil, Mario Rodríguez.
Manuel Donoso, gerente administrativo de Antofagasta, piensa que "más que una obligación, el tema es responsabilidad de cada equipo. Los clubes deben proteger a sus trabajadores, por lo que ese tipo de implementos tienen que estar disponibles todo el tiempo".
Del mismo modo, Jorge Arriagada, médico de la UC, afirma que "nosotros tenemos los equipos necesarios siempre. Debería ser obligación para todos los demás. Las medidas de prevención y seguridad nunca están de más".
Finalmente, sólo en Cobreloa dicen no estar preparados: "No tenemos lo necesario, pero a partir de lo ocurrido tenemos que ponernos las pilas. La normativa debiese poner énfasis en los entrenamientos, donde los jugadores también están expuestos a alguna complicación de salud", manifiesta Sebastián Vivaldi, directivo loíno.
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