Obama "no descarta" opción militar en Irán, pero prefiere vía diplomática

Hoy se reveló que Teherán tiene una segunda planta de enriquecimiento de uranio que no había sido informada.




El Presidente de EE.UU., Barack Obama, afirmó hoy que "no descarta" la opción militar en Irán, pero prefiere continuar la vía diplomática para persuadir a ese país de que renuncie a sus actividades de enriquecimiento de uranio.

En una rueda de prensa tras la clausura de la cumbre del G20 celebrada en los últimos dos días en Pittsburgh, Obama afirmó: "no descarto ninguna opción en lo que se refiere a la seguridad nacional", pero "la vía diplomática sigue siendo el camino preferido".

El mandatario estadounidense ofreció en la mañana una conferencia de prensa extraordinaria convocada además por los líderes de Francia y el Reino Unido, previo al inicio de la cumbre del G20 en Pittsburgh.

En esa oportunidad, Obama sostuvo que Irán "tiene derecho" a un proyecto nuclear con fines pacíficos, pero que "la existencia de esa planta no es compatible con panes pacíficos".

Añadió que "llegó la hora de que Irán trabaje para recomponer la confianza de la comunidad internacional" y que el gobierno de Teherán "debe estar preparado para dar confianza y transparencia sobre su programa nuclear".

En ese sentido, el Mandatario estadounidense manifestó que "estamos dispuestos a recomponer las relaciones con Irán si cumple con sus obligaciones".

Por su parte, el presidente francés Nicolás Sarkozy indicó que la comunidad internacional considerará la imposición de nuevas sanciones contra Irán si este país no cambia de actitud para diciembre.

"No podemos dejar que Irán gane tiempo", después de que se haya revelado que ese país cuenta con una segunda instalación nuclear, y por lo tanto "hay que poner todas las opciones sobre la mesa", aseguró Sarkozy.

En un sentido similar se manifestó el primer ministro británico Gordon Brown, quien sostuvo: "No podemos dejar que Irán se pase de la raya".

Representantes iraníes tienen previsto reunirse el próximo 1 de octubre en Ginebra con el G6 EE.UU., China, Rusia, Reino Unido, Francia y Alemania para tratar sobre su programa nuclear.

OIEA NOTIFICADA POR CARTA

Más temrano, el portavoz del OIEA, Marc Vidricaire señaló que "el 21 de septiembre Irán informó al OIEA, en una carta, de que una nueva planta piloto de enriquecimiento (de uranio) está en construcción en el país".

En esa corta misiva dirigida al director general del OIEA, Mohamed El Baradei, el régimen de Teherán asegura que "dará más información complementaria de forma apropiada y a su debido tiempo", indicó el portavoz.

Sin entrar en detalles sobre el contenido de la carta, "el Organismo entiende de Irán que ningún material nuclear ha sido introducido en la instalación", cuya existencia acaba de dar a conocer, agregó Vidricaire.

"En respuesta, el OIEA ha solicitado a Irán que proporcione información específica y permita el acceso a la instalación tan pronto como sea posible. Esto permitirá al Organismo evaluar los requisitos de las salvaguardias (controles) de verificación de la instalación", agregó el portavoz en un comunicado.

El único dato técnico que facilitó Vidricaire sobre la nueva instalación es que el "nivel de enriquecimiento sería hasta el 5 por ciento", lo que crearía un combustible poco purificado con el que se alimentan reactores nucleares para generar electricidad.

SANCIONES

Esta revelación se produce a escasos días de una crucial reunión en Ginebra el próximo jueves del grupo 5+1, los miembros permanentes del Consejo de Seguridad y Alemania, para deliberar sobre un endurecimiento de las sanciones a Irán por su polémico programa nuclear.

La falta de transparencia de Irán al ocultar hasta ahora la construcción de esa instalación secreta puede terminar de convencer a Rusia y China, los dos países del Consejo de Seguridad más reacios a elevar la presión sobre la República Islámica.

El régimen de los Ayatolás asegura que quiere producir uranio enriquecido de forma industrial para fines pacíficos como la generación de energía eléctrica y se ha negado a detener su programa de enriquecimiento de uranio, a pesar de las peticiones del OIEA y del Consejo de Seguridad.

Irán dispone de una gran planta de enriquecimiento en la localidad de Natanz, en el centro del país, que se encuentra en parte bajo tierra para hacerla más segura de posibles ataques aéreos. La existencia de esta planta fue revelada en el verano de 2002 por un grupo opositor iraní mediante fotos tomadas por satélite.

Por ahora, Irán tiene instaladas ahí unas 8.000 centrifugadoras de gas, de las que unas 5.000 se encuentran en funcionamiento y que han producido ya más de una tonelada de uranio poco enriquecido.

Para poder fabricar una bomba nuclear se necesita uranio altamente enriquecido, que se consigue mediante el mismo método.

Ante la desconfianza de la comunidad internacional hacia las posibles ambiciones nucleares de Irán, el Consejo de Seguridad de la ONU exige desde hace más de tres años la suspensión del programa de enriquecimiento de uranio.

El Consejo de Seguridad ha adoptado tres resoluciones con sanciones diplomáticas y comerciales contra Irán, que este país ha ignorado.

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