Obispo Contreras se refiere por primera vez sobre el caso Karadima

El obispo auxiliar de Santiago, Cristián Contreras, manifestó por primera vez su malestar ante las denuncias de abusos sexuales que rodean al ex párroco de El Bosque Fernando Karadima, en una semana clave para la investigación que lleva a cabo la ministra en visita, Jéssica González.

Hasta ahora, el prelado nunca se había referido a este capítulo que ha remecido a la Iglesia Católica chilena. Cabe señalar que Contreras fue el primero en recibir las primeras voces de alerta, el año 2005, por parte de Verónica Miranda, ex esposa de James Hamilton, el principal denunciante de este caso.

En una entrevista concedida a CiperChile, el obispo Contreras entregó sus primeras versiones a la prensa acerca de los hechos que inculpan al sacerdote, afirmando que "sentí dolor, impotencia y rabia muy grandes al constatar el sufrimiento de personas causado por comportamientos de un sacerdote. Fernando Karadima era visto por sus seguidores como "el" modelo de vida sacerdotal. A él lo conocía como persona pública, admirada por sus discípulos, pero también con muchos críticos al interior de la comunidad eclesial", precisando que "nunca tuve una relación personal con él".

Al ser preguntado por la cierta incapacidad operativa frente a un relato de abuso sexual, como el de James Hamilton, Contreras sacó lecciones señalando que "eso es parte del aprendizaje que me deja este caso en lo personal, también a todos quienes trabajamos en el Arzobispado. Para eso estamos implementando cambios en esta materia. En lo operativo esta dramática situación debía ser derivada al promotor de justicia, y por eso animé al doctor Hamilton a hacerlo. Se trataba del primer testimonio de una historia de muchos años".

Finalmente, el prelado reconoció que al interior de la Iglesia "hay una autocrítica... Pero no debemos olvidar que lo que hoy conocemos como resolución de la Santa Sede se debe también a este proceso interno incoado en el Arzobispado de Santiago. (...) El doctor Hamilton, Juan Carlos, José Andrés y Fernando Batlle eran jóvenes que quisieron ser sacerdotes. Algo noble y hermoso. ¡Mira en lo que terminó! Pero estoy esperanzado, aunque con dolor y vergüenza".