Orquestas de cámara: activas y vigentes

Al alero de universidades o de instituciones culturales, existen una decena de agrupaciones en Santiago que tocan tanto y tan variado como las grandes orquestas.




Desde sus orígenes como concepto musical durante el siglo XVII y en especial desde que en el siglo siguiente compositores como Haydn y Mozart las re-definieran en su aspecto formal y expresivo de la manera en que se las ha conocido desde entonces, las orquestas de cámara siempre han sido parte fundamental del repertorio de la música docta en todo el mundo. Nacidas como pequeñas formaciones de instrumentistas que se presentaban en salones y cámaras de la sociedad de la época, a modo de un entretenimiento privado, con el desarrollo del género pasaron a las salas de concierto, como expresión musical a menudo más íntima y sutil que lo desarrollado por las decenas de instrumentos que componen las grandes orquestas sinfónicas, y valoradas por las partituras que hasta hoy los más prestigiosos músicos escriben especialmente para agrupaciones de cámara.

En Chile probablemente habría que remontarse a las tertulias que en el siglo XIX organizaba Isidora Zegers, para cifrar la época en que este tipo de música comenzó a afianzarse en la sociedad santiaguina. Desde entonces hasta la actualidad, cuando casi una decena de agrupaciones profesionales de la capital se presenta de manera regular en conciertos, ha pasado mucho tiempo, y es fundamental la labor que ha desarrollado la "decana" en estas lides, la Orquesta de Cámara de Chile.

Es sin duda la más emblemática y veterana de estas agrupaciones en nuestro país. Perteneciente al Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, nació hace ya más de seis décadas ligada al Ministerio de Educación, aunque su actual estructura y administración deriva de la reestructuración que en 1982 realizara el desaparecido maestro Fernando Rosas. En 1991 recibió el nombre con el que se la conoce actualmente, y desde principios de 2008 tiene como director titular al consagrado maestro y Premio Nacional de Música 2012, Juan Pablo Izquierdo, quien la ha guiado en sus temporadas en Santiago y en las giras a lo largo del país, realizando más de 70 conciertos al año y llegando anualmente a más de 100 mil personas, a lo que hay que sumar logros como su muy elogiada gira internacional de 2011, que los llevó a distintos escenarios de Uruguay y Argentina, incluyendo el célebre Teatro Colón de Buenos Aires. Aunque recientemente se desvinculó de la Fundación Beethoven con quienes participó en sus temporadas durante muchos años, se mantiene activa y vigente: con el maestro Pedro-Pablo Prudencio como director invitado acaba de realizar una gira por el sur del país que abarcó las ciudades de San Carlos, Chillán, Coronel y Los Angeles, y siempre dirigidos por Izquierdo figuran una vez más en la tradicional temporada de conciertos de la Universidad Técnica Federico Santa María, con presentaciones programadas para mayo y octubre.

Otra importante agrupación impulsada por el maestro Fernando Rosas es la Orquesta de Cámara de la Universidad Católica, que depende del Instituto de Música de la UC, y desde el año pasado está dirigida por su concertino, Gonzalo Beltrán. En sus inicios estaba integrada sólo por músicos profesionales, pero en la actualidad su formación se va modificando cada año de acuerdo con los alumnos de música que son elegidos luego de concursar para integrar sus cupos. Su repertorio va desde la música antigua a la contemporánea, y el año pasado prepararon un repertorio barroco dirigido por un especialista, el violinista Rodolfo Richter, concertino de la Academia de Música Antigua de Londres. A mediados de mayo realizarán sus próximos conciertos, tanto en el Teatro Municipal de Rancagua como en la Parroquia de la Divina Providencia y en el Teatro UC, en Plaza Ñuñoa.

Definitivamente las universidades han sido un buen semillero para este tipo de agrupaciones, como en la Universidad Alberto Hurtado, que cuenta con una Camerata de cuerdas, mientras en otras universidades se han iniciado como formaciones de cámara pero posteriormente han pasado a ser más grandes, como la de la Universidad de San Sebastián.

En la Universidad de Santiago está Syntagma Musicum, reconocida formación especializada en música antigua, creada en 1978 e incorporada dos años después a las agrupaciones musicales de esa casa de estudios, actualmente sigue dirigida por Alejandro Reyes. Por su parte, este año la Camerata de la Universidad Andrés Bello, la primera agrupación orquestal de una universidad privada, cumple una década desde su fundación en 2004, y continúa dirigida por Santiago Meza; su próximo concierto, en el campus Casona Las Condes, es el jueves 24 de mayo. Y la formación universitaria que tal vez más ha apostado por desarrollar un repertorio innovador es la Camerata Universidad de los Andes, fundada en 2001: siempre bajo la batuta de su director Eduardo Browne, este año ofrecerán cinco conciertos entre mayo y diciembre, en el primero de los cuales realizarán uno de los dos estrenos mundiales que programaron para este año: una obra comisionada a Miguel Farías, el elogiado compositor de la ópera Renca, París y liendres.

Y fuera del ámbito universitario, también muy activa es la Orquesta de Cámara del Teatro Municipal de Santiago; fundada en 1993 y dirigida por Sergio Prieto, está apoyada por las becas de Amigos del Teatro Municipal y se especializa en el repertorio barroco y clásico. Ha realizado giras por más de 15 ciudades a lo largo del territorio chileno, y ya están dando los toques finales para su temporada 2014, que se desarrollará en el segundo semestre e incluirá 10 conciertos educacionales en colegios de la Región Metropolitana y en agosto una gira al norte.

Y afortunadamente el panorama se sigue ampliando con novedades: hace tres semanas y con obras de Bach y Mozart, el domingo 23 de marzo se realizó en el Club Manquehue de la capital el concierto con el que bajo la dirección del solicitado maestro José Luis Domínguez (director residente de la Filarmónica de Santiago y titular de la Sinfónica Nacional Juvenil) la flamante Orquesta de Cámara Chileno-Alemana abrió su primera temporada. Impulsada y apoyada por la Liga Chileno-Alemana, la agrupación incluye entre sus integrantes a estudiantes que han recibido becas para sus estudios musicales en Alemania.

Pero es importante destacar que las orquestas de cámara no sólo se desarrollan en Santiago. Hay mucho más, y sólo en el ámbito de agrupaciones integradas por estudiantes, basta con saber que de acuerdo al más reciente catastro de la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles (FOJI), entre Arica y Puerto Williams hay alrededor de 50 formaciones que se denominan orquestas de cámara. En regiones el panorama es muy activo, y por sólo destacar un ejemplo, es quizás la Orquesta de Cámara de Valdivia (OCV) la que mayores impulsos ha demostrado en los últimos años. Fundada en 2010 y apoyada por la Universidad Austral de Chile, el fondo para el fomento a la música nacional del CNCA y el Gobierno Regional de Los Ríos ha tenido hitos como una gira a Uruguay en 2012 que incluso los llevó a actuar en el legendario Teatro Solís de Montevideo; su labor incluye intervenciones en escuelas rurales, además de difusión no sólo en la Región de Los Ríos, ya que por ejemplo el año pasado tuvieron una gira a Aysén, y han participado en las dos producciones de ópera del Teatro del Lago en Frutillar, con El rapto en el serrallo (2011) y La flauta mágica (2012 y 2014). Este mes iniciaron su quinta temporada, que se desarrollará hasta diciembre.

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