Papa Francisco asegura que una sociedad que no ama rodearse de hijos es una sociedad deprimida
El Sumo Pontífice agregó en su habitual audiencia pública de los miércoles que "el simple hecho de tener muchos hijos no puede ser visto como una decisión irresponsable".
El papa Francisco aseguró hoy que una sociedad que no "ama rodearse de hijos" y que los considera un peso y una preocupación es "una sociedad deprimida", y puso el ejemplo de las europeas.
"Pensemos en tantas sociedades que conocemos aquí en Europa, que no quieren hijos, y están deprimidas porque no quieren hijos y la tasa de natalidad no llega al 1 %", dijo el papa durante la audiencia general celebrada en la Plaza de San Pedro.
En su catequesis dedicada hoy a los hijos, Francisco retomó el tema de las familias numerosas y subrayó que si éstas "son observadas como si fueran un peso, hay algo que no funciona".
"Una sociedad sin hijos que no honran a sus padres es una sociedad sin honor, destinada a llenarse de jóvenes fríos y codiciosos, pero también una sociedad avara de generaciones, que no ama rodearse de hijos y que les considera sobre todo una preocupación, un peso y un riesgo, es una sociedad deprimida", explicó.
Durante su discurso, Francisco también se refirió al concepto de paternidad responsable, pero explicó que "los hijos no son un problema de biología reproductiva y aún menos una posesión de los padres. Los hijos son un don, un regalo".
"La concepción de los hijos debe ser responsable, pero el simple hecho de tener muchos hijos no puede ser visto como una decisión irresponsable", agregó.
El pontífice argentino también habló del amor paterno y materno al asegurar que "un hijo es amado por ser hijo: no porque sea bello, sano, bueno; no porque piense igual que yo, o encarne mis deseos".
"Ser hijos nos permite descubrir la dimensión gratuita del amor, de ser amados antes de haber hecho nada para merecerlo, antes de saber hablar o pensar, e incluso antes de venir al mundo", explicó.
Al respecto, Francisco relató cómo su madre, cuando le preguntaban a cuál de sus cinco hijos quería más, respondía que sus hijos eran como los dedos de la mano y que no podía estar sin ninguno de ellos.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.