Paul Anka: El tormentoso drama familiar con que llega a Viña del Mar

Le brillaban los ojos. En agosto, cuando Paul Albert Anka llegó a Santiago para cantar en el Movistar Arena, el hombre se atoró en elogios para presentar a su esposa sueca Danuta Anna Aberg que lo acompañaba en la protocolar conferencia de prensa realizada en Santiago.

Se declaró feliz, contó que la había conocido ejercitando, porque ella era su personal trainer, y hasta accedió a darse un coqueto beso para los interesados en retratar la postal del hombre adulto enamorado de su joven rubia de metro 80 y 30 años menor. Pero sólo tres meses después, al crooner canadiense de 68 años, y que hoy canta en la noche inaugural de Viña, el matrimonio se le desarmó.

El 3 de diciembre, tras 18 meses de matrimonio y tras un nuevo escándalo doméstico con llamadas al 911, platos sobre las cabezas y partes policiales, Anka decidió comenzar los trámites de divorcio de la mujer con la que tuvo un solo hijo llamado Ethan (4) y que fue con el que llegó ayer a Santiago para presentarse hoy en la Quinta Vergara y mañana en el Casino de Viña. 

Es que por primera vez en su larga carrera de 50 años, el hombre de Put your head on my shoulder (1957) terminó en las páginas rosas -algo que siempre intentó evitar- y de la peor manera: su esposa lo acusó de haberla amenazado con un arma de fuego y él dijo haber sido agredido durante una discusión cuando fue a buscar al hijo de ambos, porque confesó que ya estaba viviendo en un hotel hace un par de semanas.

Ya un año antes, en noviembre de 2008, la sueca (que hoy participa en un exitoso reality show en su país natal llamado Esposas de Hollywood, donde ha ventilado sus cuitas personales con Anka) fue detenida por lanzarle una cubeta de hielo que obligó a una curación de dos puntos en la cabeza del pobre Anka. Pero esta vez, el escándalo fue mayor y ambos terminaron llamando al 911 con versiones cruzadas. En el texto de divorcio, el viejo crooner revela que su esposa lo amenazaba con entregar al hijo de ambos a "pornógrafos israelíes".

Por eso, Anka ha decidido mantener a su Ethan alejado de la batalla. En Chile, su hijo es custodiado por dos asesoras domésticas y no se despega del cantante. De hecho, el viaje con él a Santiago forma parte de un limitado acuerdo de visitas al que llegó con su ex mujer.

Antes, el compositor estuvo casado 37 años con Anne de Zogheb (de 1963 a 2000), con quien tuvo cinco hijas y una familia calificada de ejemplar. Ayer no habló sobre el asunto en la conferencia en Viña. Sólo adelantó que hará un dueto virtual con Michael Jackson y que se irá de vacaciones con su hijo por Santiago tras los shows en Viña.