PDI: cerca de 400 personas desaparecen cada año en Chile

En las últimas semanas, la PDI ha trabajado en dar con el paradero de la ingeriera comercial María Carolina Hidalgo, en Valdivia. La mujer salió de su trabajo el 30 de septiembre y no se ha vuelto a saber de ella.

Este caso no es aislado. Según las estadísticas que maneja la Jefatura Nacional de Ubicación de Personas, de la PDI, entre los meses de enero y septiembre se han investigado 8.438 causas de presuntas desgracias. La gran mayoría, 8.089, ha terminado con resultados positivos. Los detectives lograron dar con la persona desaparecida. Pero existe una fracción, de 349 casos, en que pese a la búsqueda no se ha logrado establecer el lugar donde se encuentra la víctima. Estos casos son conocidos, dentro de la PDI, como desapariciones de “alta complejidad”.

Es tal la incógnita que rodea a estas indagatorias -que promedian, anualmente, los 400 casos-, que incluso se publican en sitios web y en redes sociales fotografías y descripciones de las víctimas, con el objetivo de que la comunidad pueda ayudar a resolver los enigmas.

El comisario Esteban Horstmeier, de la Jefatura de Ubicación de Personas, revela los detalles de cómo se trabaja en estos casos. Cuenta que incluso aplican técnicas más comunes en otras áreas, como  la medicina.

“Nosotros hablamos de la etiología de las presuntas desgracias. Este es un concepto que se utiliza en medicina, pero también en la sicología. En nuestro trabajo aplicamos mucha sicología, en la contención de las familias”, dijo el detective, quien agregó que “la etiología tiene relación con explicar las causas y origen de un fenómeno. La presunta desgracia la defino como un fenómeno, que a lo largo del territorio se va moviendo. De repente en tal región aumenta o disminuye. Sin embargo, siempre se mantienen las tres principales regiones, que son la Metropolitana, de Valparaíso y del Biobío”.

Diferentes causas

En la PDI ya tienen identificadas las principales causas que están tras las denuncias por desapariciones. Un importante porcentaje está relacionado con actitudes asumidas por jóvenes.

Uno de los motivos es “la rebeldía, que va acompaña de incomprensión de los padres o de su entorno, por lo que prefieren la opinión de su círculo de pares”, dijo Horstmeier. El policía agregó que otra causa habitual tiene relación con la “deserción escolar y las bajas calificaciones”, en que los adolescentes temen enfrentar a sus padres.

Otro motivo que acarrea desapariciones es “el embarazo adolescente. Por miedo a lo que dirán los padres y su reacción, se van donde amigos o incluso donde la pareja”.

Las estadísticas de la PDI arrojan que entre enero y septiembre de este año han indagado 3.126 causas de presunta desgracia, en que la víctima tenía entre 13 y 17 años. De ese total, 3.025 han sido aclaradas y 111 se mantienen con la búsqueda vigente. Esto representa un incremento, pues en todo el año pasado el número de denucias en este tramo alcanzó los 2.718. Desde la policía indican que el incremento está ligado a las campañas de difusión, en que la gente denuncia más temprano las desapariciones.

Respecto del mundo adulto, el comisario Horstmeier explicó que, en su mayoría, las causas están relacionadas con eludir deudas económicas o bien “porque encuentran otra pareja”. En los ancianos, en tanto, las desapariciones comúnmente están ligadas a enfermedades degenerativas, como el Alzheimer o la demencia senil.

El policía explicó que también existe un número, aunque reducido, de suicidios. No obstante, añadió que “la mayoría son abandonos voluntarios y temporales”.

Sin resultado

En los archivos de la PDI, se catalogan como “sin resultado” las causas de desapariciones en las cuales que no se logra dar con la víctima.

El detective experto en búsqueda de personas explica que “en la página web nuestra está el registro de personas extraviadas, que son los de alta complejidad. Pero estos casos se siguen repasando, hay carpetas investigativas, se vuelve a contactar a los denunciantes”.

Para el policía, entre las causas por las cuales alguien puede desaparecer sin dejar rastro está, por ejemplo, el deseo de no ser encontrado, como ocurre con quien tiene deudas pendientes. También es posible que la persona haya salido del país por un paso no habilitado. Otra opción “es el suicidio en un lugar de acceso complicado, tanto en sectores del sur como del norte. En el sur hay mucha vegetación, ríos, y en el norte el espacio es tan amplio que se hace muy complicado llevar a cabo la búsqueda”.

En la PDI indican que el momento clave de búsqueda se da entre las primeras 24 y 48 horas. Ahí se recurren a las policías y hospitales, se entrevista a la familia y amigos, y se rastrean las redes sociales. Si este barrido no arroja resultados, se convierte en un caso de mediana complejidad, que incluye empadronamientos y diligencias más intrusivas. La última etapa es la de alta complejidad, en que se hace un perfil de la víctima y se ahonda en las causas posibles de la desaparición.