Policía francesa afirma que ETA probó un misil para atacar un avión oficial

La organización terrorista ETA realizó ensayos con un misil tierra-aire para atentar contra algún avión oficial español que hubieran podido utilizar el Rey, el Presidente del Gobierno u otro miembro del Ejecutivo, dijo hoy el policía antiterrorista francés Jérôme Broglio.

Restos de ese ensayo se encontraron en abril de 2004 en el taller de explosivos y el arsenal que la organización tenía en una casa rural de la localidad vascofrancesa de Saint Michel, precisó Broglio en su declaración ante el Tribunal de lo Criminal de París que juzga al jefe del aparato logístico de ETA, Félix Ignacio Esparza Luri, y a otros siete presuntos miembros de esa estructura.

El policía indicó que en un principio no se dio importancia a los restos y que sólo se los relacionó con una prueba de tiro cuando se encontraron los misiles meses más tarde en otros refugios del departamento de los Pirineos Atlánticos.

Además, un documento requisado cuando a mediados de abril de 2004 se detuvo a Íñigo Elizegi Erbiti, considerado el responsable de electrónica de la organización terrorista, permitió establecer que en el ensayo hubo disfunciones.

El agente antiterrorista señaló que los restos metálicos hallados en la vivienda rural de Saint Michel habían sido recogidos y examinados por miembros de la banda, en concreto por Elizegi.

También reconoció que no se sabe dónde pudo realizar ETA ese ejercicio de tiro, ni cómo consiguió aprovisionarse con ese tipo de armas capaces de causar la destrucción de una aeronave a unos 600 ú 800 metros de distancia, al despegar o al aterrizar.

En el ordenador incautado a José Ceberio Ayerbe, uno de los ocupantes de la casa de Saint Michel, se encontraron elementos de los preparativos de la banda para cometer un atentado con esos misiles, así como abundante documentación técnica sobre aviación e informaciones sobre aviones oficiales utilizados por el Rey, el jefe del Ejecutivo y otros miembros del gobierno.

Broglio consideró además que la insistencia que está poniendo ETA en responsabilizar a la policía española y francesa de la desaparición desde el pasado mes de abril de su militante Jon Anza en el suroeste de Francia "forma parte de una estrategia de comunicación" de la organización terrorista.

El policía, que dijo que hacía este juicio con carácter personal y que no tenía información sobre la investigación, respondió así a las preguntas que desde el banquillo le lanzaron sucesivamente seis de los ocho acusados los de nacionalidad española sobre dónde está Anza.